1785.- Los Candelabros, Sacras y Cruz de plata y bronce que Joseph Ballerna fabricó para la Iglesia de Elciego

1784.ean Elizak eskatutako zutargi eta brontze eta zilarrezko gurutzeak adierazten du, urte haietan Ziekoko Elizaren Fabrikak zuen aberastasun ekonomikoa.

Fotografía de Pablo Cañas López

    En el siglo XVIII la Fábrica de la Iglesia de Elciego era la empresa económica más importante de la Villa. A través de la recepción de los Diezmos y Primicias se constituía en la principal productora vinícola de Elciego; y en torno a esta actividad se generaban muchos jornales y transacciones económicas importantes. Los réditos de los censos, donaciones, voluntades testamentarias para misas y otras actividades, aportaban otra importante cantidad económica que redundaba en la propia Fábrica y en el mantenimiento de los diez Beneficiados que tenían oficialidad en la Parroquia. Esta intensa actividad tuvo su reflejo en la construcción de nuevos altares laterales, pintura de la Concha del Altar Mayor y Crucero, mejoras en el templo, construcción de la Sala Capitular, ampliación de la bodega,… y sobre todo en la construcción de una Nueva Sacristía a finales de este siglo para poder acoger y canalizar todo este incremento de actividad y personal.

   Esta bonanza económica se reflejó también en la mejora y suntuosidad de las alhajas para el culto y la liturgia. Muchos son los pagos a diversos plateros de la zona para adquirir nuevos objetos o rehacer y fundir otros ya en desuso o deteriorados.

   Uno de los encargos más importantes se realiza al taller de Joseph Ballerna en 1784: la fabricación de seis Candelabros, tres Sacras y una Cruz de plata. Todo a juego, construidos en plata y bronce, según los gustos artísticos de la moda. Una clara demostración de la categoría social y económica de los peticionarios.

   Los Ballerna eran unos plateros con fama extendida mucho más allá de Vitoria,  que era donde tenían su actividad. Joseph Ballerna era el continuador del arte y prestigio que su padre Rafael había dotado de tanta fama y prestigio al taller familiar. Joseph se hace cargo del mismo tras el fallecimiento de su padre en 1772, habiendo completado su formación en Madrid y donde el propio monarca Carlos IV le tenía honrado como su “platero broncista”. Esta especialidad le dotó de fama añadida y, cuando se dedicó plenamente al taller familiar en Vitoria, se le solicitaron buenas piezas de la combinación artística de estos dos metales.

Archivo de Protocolos de Alava.- MAnuel Ramírez Prot 7757

   El contrato fue firmado el 2 de octubre de 1784 y ahí se establecieron las condiciones, según una propuesta que había realizado el propio Ballerna. Lo firman por la parte de la Fábrica de la Iglesia Francisco de la Sierra González y Pedro Matías de Oñate Sánchez Samaniego, ambos beneficiados de entera ración y curas de la Parroquia. Junto a ellos los dos Mayordomos de la Fábrica: Joaquín Ibáñez Ruiz de Ubago, eclesiástico y Luis de Vitoriano y Zárate, secular. Por la otra parte Joseph Ballerna, como Maestro Platero afincado en Vitoria. Joaquín María Martínez de Villarreal actúa como fiador económico de la operación.

Como era preceptivo, se pidió autorización al Obispado para poder realizar estos gastos extraordinarios, argumentado que eran para “mayor adorno de esta referida Iglesia y su Culto Divino”.

El precio total de las piezas no se podía calcular de antemano; pero sí el de cada onza de plata o de bronce que se iba a utilizar para su fabricación, que se tasó en 8 reales. Por el sobredorado se acordó 15 rs por cada onza de oro,  20rs. por cada onza de plata y 10rs. por cada onza de bronce.

De las condiciones del contrato resaltaremos algunas que nos parecen curiosas o que concretizan más la labor a realizar por el Maestro Platero. Una de ells es que las hormas que reciban las chapas sean de madera, teniendo un buen ensamblaje como única pieza y unidas las chapas “con encarnación”.

Sobre las Sacras y la Cruz, aparte de respetar el diseño que se había presentado, se proyectan algunas mejoras. A la Sacra Mayor se le añadirá “en el flanco del Arco rebajado del cuerpo Atico, y en su medio un manojo de uvas y espigas colgado de un gancho y atado con su lazo y a las dos menores se le colocarán en la triangular dos figuras que sirvan de remate, las que podrán ser en la del Salmo, el Real Profetol y en el evangelio el evangelista San Juan, las que serán de bronce doradas a fuego”.

  Especifican los motivos que adornarán en plata estas Sacras: “en el remate del Profeta Moisés cogiendo el Maná y en las dos Zapatas del Banquillo del Cuerpo Atico, se colocará en la diestra del Rey Melquisedec, y en la Siniestra al Profeta Elías, todas de cuerpo entero y sentadas; y en el marco del Primer cuerpo se ha de colocar la Cena Eucarística, o el Redentor Comulgando a San Pedro de cuerpo entero y relieve con algún lejos de Apóstoles

 Las medidas, también sufren una pequeña modificación sobre la traza inicial: “ha de tener de elevación en su arquitectura y sin contar el remate, dos pies y medio y dos onzas, las chiquitas lo que representa su pitipié”. Los Canderos serán de tres pies y la Cruz tres y cuartos. En cuanto a la figura del Crucificado llevará diez onzas de alto y también será de bronce dorado.

 En el Contrato se detallan las partes que serán de bronce a fuego (las basas y capiteles de las cuatro columnas, una cartela del marco, las molduras picadas en la Cornisa primera, Corona, Gola, Moldura en el cuerpo del ático…) y lo qué será de plata viva o muerta (todo lo restante), según lo que reclame la constitución de la pieza. Todo estará elaborado y perfilado “con tal pulido y acabado, que equivoque una pieza de Cristal.”

En las Sacras ( una Central, otra de la Epístola y otra del Evangelio tenían como finalidad disponer de un texto en su interior. Irán acomodadas al hueco del marco y se pondrán “las palabras que quepan y sean más necesarias y en las pequeñas el Evangelio de San Juan y el Salmo en papel de marquilla”.

Antes de entregar los trabajos, hubo que contrastar y pesar todas las piezas para poder calcular el precio total del encargo. Para ello el clérigo Antonio Ibáñez Ubago se acercó a Vitoria en febrero de 1787  y en el taller de Ballerna se hicieron los pesos oficiales:

  • Los candeleros y su Cruz, 69 libras, 9 onzas y 6 ochavas…Total 1113 onzas y 6 ochavas
  • La plata de los candeleros y Cruz, 20 libras, 15 onzas y 5 ochavas y media…Total 335 onzas y media ochava
  • Las Sacras pesan 13 libras y 6 onzas….Total 214 onzas
  • La plata de dichas Sacras pesan 10 libras, 14 onzas y media ochava….Total 174 onzas y media ochava

   A los pocos días de realizar el peso un tal Eugenio de Aguirre, quien mantenía correspondencia con Antonio Ibáñez Ubago le contesta a un escrito de éste diciendo que “me alegro muchísimo se de total satisfacción de ese pueblo la obra ejecutada por este Ballerna, quien sabe muy bien su oficio

Todos estos trabajos deberán estar concluidos y entregados para el día de San Miguel del siguiente año, tal y como rezaba en el contrato. Para el peritaje de la obra terminada se trajo al platero de Logroño Tomás Eustaquio de Burgos, quien cobró 60 reales por el reconocimiento de la obra.

Esta obra costó a la Fábrica de la Iglesia aproximadamente 30.000 reales. En un primer pago, al que se le aportaron varios enseres en desuso para fundirlos y eso había que descontar de la cantidad a abonar, fue de 3.420 rs.  En 1786 se le entregaron a Ballerna 14.000 reales; antes se le había asignado otra cantidad .  Y en marzo de 1787 como remate del pago se le abonaron 11.831 rs. Para el cobro de estos dineros, la persona que venía a la Villa a recogerlos, era un comisionado del Maestro Platero. En el último pago fue Joaquín de Usurbil, primo del artesano, quien acudió como Comisionado de Ballerna.

En Febrero de 1787 un tal Eugenio de Aguirre, quien mantenía correspondencia con Antonio Ibáñez Ubago le contesta a un escrito de éste diciendo que “me alegro muchísimo sea  de total satisfacción de ese pueblo la obra ejecutada por este Ballerna, quien sabe muy bien su oficio”.

Este artículo no desea incidir en las riquezas materiales de la Parroquia, con una visión distinta de la del tiempo en que se realizó; sino más bien resaltar el nivel artístico, cultural y organizativo de la Fábrica de la Iglesia de una población, pequeña en habitantes y generosa en recursos económicos. Si no hubiera habido personas bien formadas e instruidas en los responsables de ambos estamentos (civil y religioso), no se hubieran dado estos episodios que aquí narramos, ni sus descendientes tendríamos el patrimonio arquitectónico y cultural del que ahora disponemos.

1796 INVENTARIO DE LAS ALHAJAS DE LA PARROQUIA DE ELCIEGO

XVIII.mendearen azkenean, frantsesak Probintzian sartzearekin bat eta Eleizako bitxiak lapurtuko zituztenaten beldurrarekin, hauek inbentariatzea eta salbu jartzea ekarriko zuen.

 

La entrada da las tropas francesas en las Vascongadas, supuso una agitación política y social que se extendió hasta los pueblos más recónditos. 1794 fue un año intranquilo en Elciego. Por poner algunos ejemplos,  se recibe el Despacho del Diputado General Verástegui llamando al ejército a todos los varones entre 18 y 40 años o se acuerda este mismo año que los cuatro años siguientes se cedan las heces de los vinos para sufragar los gastos de la iniciada guerra.

La Iglesia local o Parroquia de San Andrés entregó 20.000 reales vellón al tesorero general de la Provincia, Don Juan Ramón González de Echabarri, en virtud de la orden comunicada por el Ilmo. señor Obispo para sufragar los gastos que se causaran en el territorio alavés con motivo de la entrada de las tropas francesas. También temieron los prelados locales por las alhajas y vasos sagrados que habían ido enriqueciendo el ornato del templo. Decidieron embalarlas en unas cajas y pasarlas a Castilla, a un lugar más seguro, en caso que las tropas francesas entraran en el pueblo. Para ello encargaron unos cajones al carpintero local Felipe Vesga, al que le abonaron la cantidad de 40 reales, tal y como consta en el Libro de Fábrica de la Iglesia. No sabemos con seguridad si al final se trasladaron o no.

Don Francisco Mateo Aguiriano y Gómez había tomado las riendas de la Diócesis de Calahorra y La Calzada en 1790. Este prelado nacido en Alesanco, era conocido por su pensamiento contrario a las ideas revolucionarias francesas y por su quehacer en pro de la provincia que le vio nacer.

En la visita que hizo a Elciego en 1796, conocedor de primera mano de las alhajas que se habían ido acumulando en el templo de San Andrés, mandó realizar un inventario, que es el documento que aportamos al blog.

No sólo se inventariaron los objetos, sino también todas las posesiones de la Parroquia.

 

  1796 INVENTARIO DE LAS ALHAJAS DE ESTA IGLESIA DE ELCIEGO

En la Sacristía de la Iglesia Parroquial de Elciego a tres días del mes de Octubre , año de mil setecientos noventa y seis, el Señor Don Francisco Antonio Sáenz de Olano, Presbítero Beneficiado y cura en la misma Iglesia y por testimonio de mí el escribano dijo que por el Ilmo Señor Don Francisco Matheo Aguiriano y Gómez Obispo de este obispado, en su auto de Visita con fecha veinte de Junio de este año, mandó se hiciese inventario de las Alhajas y muebles de esta enunciada Iglesia con expresión de todas y cada una de ellas y en cumplimiento de dicho mando y con asistencia e intervención de Don Fermín de Meyro Prebístero Capellán Sacristán en ella procede a la formación del referido Inventario y es en la forma siguiente:

  • Seis Candeleros de Bronce dorados a fuego con adornos de plata
  • Una Cruz correspondiente a los candeleros
  • Tres sacras de plata que hacen juego con los referidos candelabros
  • Ocho candeleros de plata, seis medianos y dos pequeños con su cruz de lo mismo
  • Una cruz grande de plata para las procesiones de los días festivos
  • Otra cruz pequeña de plata para las procesiones
  • Dos cetros de plata
  • Dos ciriales de plata con varas de lo mismo
  • Dos custodias, la una de plata sobredorada y la otra más pequeña también de plata
  • Una lámpara grande de plata para luminaria del Santísimo
  • Tres copones de Plata dos para la Comunión en la Iglesia y el otro pequeño para llevar a los enfermos
  • Ocho cálices, con sus patenas y cucharas de plata, tres de ellos dorados y los demás sin dorar
  • Un acetre de plata con aspersorio también de plata
  • Tres bandejas de plata
  • Una Jarra de plata para el lavabo
  • Dos incensarios de plata, con sus navetas y cucharas de lo mismo
  • Tres Paces de plata
  • Una Palmatoria de plata con su cadena y espabiladeras de lo mismo
  • Siete pares de vinajeras de plata con seis platillos de lo mismo y un par de ellas, no se usan
  • Otro par de vinajeras con su platillo y campanilla de plata, todo sobredorado
  • Dos vasos de plata, uno para la Purificación cuando se comulga y el otro más pequeño para los enfermos.
  • Un Hostiario de plata con tapa de lo mismo
  • Ocho varas de plata para el palio bueno
  • Tres chismeras de plata
  • Un Jarrito de plata con platillo de lo mismo para bautizar
  • Una llave de plata sobredorada para el Sagrario
  • Un corazón dorado, con siete espadas de plata para N.S. de los Dolores
  • Dos Coronas de Plata que tienen N.S. de Nieva y su Niño
  • Veinte y dos Candeleros de bronce, los seis mayores para el Altar mayor y los restantes pequeños para los demás altares.
  • Un Acetre de bronce y aspersorio de lo mismo
  • Ocho campanillas de bronce
  • Nueve Misales, los dos nuevos , cuatro recién compuestos y tres viejos, otodos ordinarios
  • Dos Pandectas para los días de labor
  • Cuatro Manuales
  • Un Breviario de a folio viejo
  • Un Diurno bueno para el coro
  • Cuatro Misales con dos pandectas forrados todos en terciopelo encarnado, con cantoneras de plata y dos de ellos con manillas de plata y los demás de bronce

 

VESTUARIOS

 

  • Un terno blanco de tela de oro y plata que consta de casulla, dos dalmáticas, tres capas, dos paños de púlpito con sus almerizales, banda , paño y bolsa de corporales para el cáliz
  • Una cortina de la misma tela para el dosel donde se coloca el Santísimo Sacramento
  • Otra casulla de la misma tela
  • Otro terno de tapicería blanco, que consta de casulla, dos dalmáticas, tres capa, dos paños de púlpito con su almerizales, banda, paño y bolsa de corporales para el cáliz
  • Un terno encarnado de lama que se compone de casulla , dos dalmáticas, paño de cáliz y bolsa de corporales
  • Un terno de Damasco blanco, que consta de casulla dos dalmáticas, tres capas y un Almerizal
  • Otro terno encarnado de damasco que se compone de casulla, dos dalmáticas, tres capas y un Almerizal
  • Otro terno de damasco verde, que consta de casulla, dos dalmáticas, una capa y un Almerizal
  • Otro terno de damasco morado que consta de casulla, dos dalmáticas, una capa y tres almerizales, con dos paños de púlpito, además dos planetas y un estolón
  • Otro terno de terciopelo negro, que se compone de casulla, dos dalmáticas, tres capas y un frontal estolón, paño de cáliz y bolsa de corporales
  • Otro terno negro de nobleza que consta de casulla, dos dalmáticas, capa, Almerizal y frontal de Damasco
  • Tres Almohadas de terciopelo encarnado y morado
  • Dos almohadas de terciopelo negro para el sepulcro
  • Una Casulla blanca de tela de oro
  • Tres casullas blancas de media tapicería
  • Diez casullas de damasco blanco
  • Una casulla de tela de oro encarnada
  • Diez casullas de Damasco encarnada
  • Siete casullas moradas, dos de ellas de media tapicería y las demás de damasco
  • Cinco casullas verdes de media tapicería
  • Una casulla de terciopelo verde
  • Ocho casullas de damasco negro
  • Nueve paños blancos de tafetán doble para cáliz
  • Otros nueve paños de cáliz encarnados también de tafetán
  • Seis paños de cáliz verdes
  • Nueve paños de cáliz morados
  • Once paños de cáliz negros
  • Diez bolsas de corporales de todos colores
  • Cuatro bandas de tafetán , una encarnada, la otra blanca, otra verde y otra morada
  • Un frontal de Damasco morado
  • Seis estolas sueltas moradas para conjurar
  • Otras dos estolas, una negra y otra morada y blanca para los bautismos
  • Veinte y tres juegos de Corporales
  • Seis Corporales pequeños, para los Sagrarios y dar el Viático
  • Seis albas para los días de primera clase
  • Quince Albas de Soles, para los Domingos
  • Veinte y una Albas comunes
  • Dos toallas y una de ellas con encaje fino
  • Un Roquete blanco, con su Muceta de Damasco encarnado para dar el Viático en público
  • Dos Palios, el uno de tela de oro blanco y el otro de Damasco encarnado
  • Treinta y tres Amitos, los seis finos para los días de primera clase con ligaduras encarnadas
  • Cuarenta Purificadores
  • Veinte limpiezas para los Altares
  • Veinte y nueve Paños, para los Altares
  • Once Paños de manos para el Aguamanil
  • Un Manto de paño fino negro con adornos encarnados para la tumba de las Animas
  • Un manto, con delantal de terciopelo negro de N.S. de los Dolores
  • Un Pendón de Damasco negro
  • Tres vestidos enteros de Nuestra Señora de Nieva, uno de Mue encarnado, otro de tapicería blanco y el otro morado
  • Dos estandartes el uno de N.S. del Rosario y el otro de las Reliquias de los Mártires de Cardeña, que hay en esta Iglesia
  • Diez faroles de Cristal y Vidrio
  • Cuatro cortinas, una blanca de tapicería en el Altar Mayor para la Virgen de Nieva, otra en el Altar del Cristo, otra en el del Rosario y otra en el del Ecce Homo
  • Otra cortina morada para N.S. de Nieva
  • Dos lámparas de bronce en las Capillas
  • Diez Paños de lienzo ordinario para cubrir las aras
  • Cuatro llaves, dos de las puertas principales de esta Iglesia, otra de la Puerta de hierro y otra de la Puerta de la torre
  • Otras dos llaves que tienen las dos puertas de las Sacristías
  • Dos braseros con sus cajas el uno de hierro y el otro de cobre bueno
  • Unos hierros para hacer hostias

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1791 La Nueva Sacristía de la Iglesia de Elciego, obra de Justo Antonio de Olaguíbel.

III.mendearen azkenean, parrokia tenpluko Altara Nagusiaren erremateen apainketaren bukaerarekin, urre eta alboko altareen, Areto Kapitularraren eta beharrezkoak ziren osagaiekin, handiago, ederrago eta egokiagoa izango zen eta eraikinarekin bat egingo zuen sakristia berri bat eraikitzea planteatu zuten.

 

 

La Parroquia de San Andrés Apóstol de Elciego, construida a mitad entre el siglo XVI y XVII, tiene dos sacristía. Una, la original en su construcción y hoy denominada “Sacristía vieja” que en la actualidad se utiliza para almacenamiento de utillaje  y otra denominada en su tiempo “Nueva Sacristía” y que desde su construcción, a finales del XVIII hasta la actualidad, ejerce como tal a todos los efectos.

 

0.- Introducción

A lo largo del siglo XVIII Elciego fue definiendo todo su trazado arquitectónico con un orden y concepción moderna, teniendo la Plaza Mayor como centro geográfico y social de la Villa. Las distintas casas, varias de ellas de hechura palaciega y con marcada fachada en piedra de sillería, fueron uniéndose con otras de nueva de construcción en solares, corrales o derribando otras de factura endeble y estado ruinoso. Se establece de esta manera una organización arquitectónica racional cuyo epicentro es la Plaza Mayor y con cuatro calles radiales, como si de los cuatro puntos cardinales se tratara: Calle del Norte, Calle del Barco, Calle de Santa Cruz y Calle de San Andrés. De esta manera, aparte de unir casas para perfilar el trazado de una calle, la villa fue ensanchándose en su periferia como son los casos reseñables del Palacio de los Zárate Nabarrete a mediados del XVIII en la salida del camino para Baños, o las tres casas de los Martínez de Villarreal construidas en la primera mitad de dicho siglo en la salida del camino a Navaridas y Laguardia. Los Bañares construyen sus casas en la parte Este de la colina, en una pendiente más pronunciada. El Mesón moderno construido a mitad de este siglo en la otra parte del río Mayor, en el propio barrio de las bodegas de Barrihuelo, es una demostración del crecimiento económico y arquitectónico de la villa.

En el apartado de arquitectura religiosa, tres son las nuevas edificaciones realizadas en este siglo: la de la Ermita de la Virgen de la Plaza, construida y financiada por el Ayuntamiento y el pueblo, en la propia Plaza Mayor, a cargo de los canteros Arisita y Ruiz de Azcárraga; la Sala Capitular de la Parroquia en la década de los sesenta levantada por el cantero Bernardino Ruiz de Azcárraga y la Nueva Sacristía en la década de los noventa, obra diseñada por el maestro Justo Antonio de Olaguíbel. No podemos olvidar los importantes trabajos de retablos laterales con sus dorados y mejoras realizadas en este siglo en el templo parroquial, así como las pinturas  de José  Bejés en las paredes y bóveda del Crucero central.

Son años fructíferos para las economías de las familias propietarias de la tierra y de los bienes materiales. Esta misma línea de bonanza se refleja en la economía de la Iglesia, la mayor productora de vino de la Villa, debido a la recaudación del Diezmo y Primicia de los productos agrícolas de sus habitantes.

 

1.- La Parroquia en la Década de 1780

La Iglesia de San Andrés, construida  su fábrica y torres fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XVI utiliza la primera mitad de la siguiente centuria para remates del edificio y tejados; aparte de los pagos pendientes con los canteros que llevaron décadas de reclamaciones y pleitos. Es en la segunda mitad del siglo XVII cuando acomete su gran obra de ornato y decoración con el retablo del Altar Mayor y Colaterales.

En el XVIII continúa con esta labor de decoro y ornato del interior del templo a través de varios retablos laterales, vestimentas  para los clérigos, órgano, exterior del templo, enseres para la liturgia,…. Aspectos que aparte de ir completando la gran obra, deben  dar respuesta y cumplimiento a las necesidades del culto y a los mandatos de los Visitadores del Obispado.

El crecimiento económico, y también el demográfico,  llevó consigo el aumento de curas y beneficiados con derecho a estipendio parroquial. En el último tercio del siglo XVIII eran ya diez los clérigos que servían en la Parroquia, lo que ocasionó problemas agobiantes de espacio para el desenvolvimiento de los propios curas en los preparativos para los oficios litúrgicos y en conservación de vestimentas y enseres de la liturgia.

1.1.- Economía

Los ingresos de la Fábrica y Parroquia de San Andrés provenían fundamentalmente de los diezmos y primicias, registrados en los libros de tazmías: vino, cereales y corderos. Otros ingresos resultaban de los censos, la renta de la casa, venta de heces, alquiler de cubas, limosnas. La Fábrica estaba regida anualmente por un Mayordomo eclesiástico y otro secular, llevando y gestionando los ingresos, las ventas y los pagos cotidianos. Aparte estaban los ingresos que iban directamente al clero y beneficiados provenientes de misas dejadas en testamentos, capellanías, aniversarios,…pero éstos no incidían en las arcas parroquiales, sino más bien en las del mantenimiento personal de los clérigos y beneficiados.

Como los ingresos provenían de las cosechas de la tierra, los caudales eran muy irregulares, dependiendo de la bondad de las cosechas y de las ventas de los frutos, fundamentalmente del vino. Épocas de sequía, hielos o malas cosechas, incidían muy negativamente en los ingresos de las arcas parroquiales.

La Iglesia local tenía gastos fijos como eran los pagos al Maestro de niños, organista, entonador….y anualmente todo el trabajo de la encubanza, para la que llegaban a ocupar en torno a cien jornaleros. El mantenimiento del culto y la liturgia acarreaban gastos de cera, incienso, vino, enseres diversos,… Tampoco hay que olvidar los gastos de mantenimiento que originaban pagos importantes a canteros, carpinteros, herreros, cuberos,….

Si analizamos al detalle la década de 1780, nos encontramos con tres fuentes de ingresos importantes: los corderos, los cereales y el vino.

El número de corderos diezmados y primiciados sufren menos oscilación de un año a otro, siendo en esta década 17 corderos y chivos por media anual lo que la Fábrica recibía. Haciendo una media del valor de los corderos por año, resulta que la media de ingreso anual por este concepto en esta década eran de 194 reales.

Los cereales tienen su base en la cebada y el trigo, cultivados los dos en cantidades muy parecidas. En esta década se diezmaron y primiciaron como media 127 fanegas de cebada por año y 116 fanegas como media por año de trigo. Sin embargo los reales que contribuían estos dos productos a la economía de la Fábrica era distinta, ya que la cebada aportó como media en esta década 225 reales al año y el trigo 393 reales. La avena y el centeno  también sumaban una pequeña cantidad, pero muy inferior a los otros dos anteriores.

El vino era la fuente de ingresos más importante. La Fábrica primiciaba el fruto (la uva), y elaboraba el vino en su hórreo y en su cueva, con el consiguiente gasto en infraestructura de locales, cubas y peones para la encubanza. Si profundizamos en la década de 1780 podemos  resaltar que la cantidad media cosechada en este período por año es de 2.500 cántaras anuales; habiendo una gran diferencia de unos años a otros. Teniendo también presente que las cubas (envases en donde se almacenaba el vino) eran todas de distinta capacidad, el número de cubas medio por año era de 10. Traduciendo todo esto a un ejercicio económico de los reales que aportaba cada cosecha a la Fábrica, nos sale un ingreso anual de 14.328 reales. Más de treinta veces superior a la aportación del trigo.

Teniendo una visión global de los ingresos que aportan los productos agrícolas  a la Fábrica en la década de 1780, los provenientes de la venta del vino llegaban al 70% de los ingresos agrícolas totales.

 

Para leer el artículo completo:

 

1803 La construcción de una pared entre la Iglesia y el Río Mayor

Mayor ibaiaren uholde jarraiek, lurraren arrastrea eta ertzen txikitzeak ondorioztatu zituen. Horrela, Eliza ibaitik hain gertu egotean, tenpluaren oinarrietan eragingo ote zuen beldurra sortu zen.

 

Si nos remontamos poco más de 200 años a cómo era el paisaje entre la Iglesia y el Río Mayor, poco tendría de parecido con el actual. Un puente muy reducido comunicaba el pueblo con el otro barrio donde dormitaban los vinos y se apeaban los arrieros en la explanada del mesón. Donde actualmente contemplamos una buena carretera, con su cimentación y decoro, eran en esa época un pequeño terraplén irregular entre la Iglesia y el río. Algo muy parecido a lo que las fotografías de hace poco más de 50 años nos  ilustran y nos ayudan a imaginarnos esa realidad de hace poco más de dos siglos.

Comienza el siglo XIX con una obra soberbia recién terminada en el templo parroquial: la nueva sacristía diseñada por Olaguíbel, que se inició en marzo de 1791 y que se estaban rematando detalles en 1797.

En esta época de inversiones muy importantes en el templo parroquial porque los ingresos de las Primicias eran muy sustanciosos y los regidores de la Iglesia tenían un poder religioso, civil y económico sobre el pueblo, se acometió esta obra “ tan necesaria, aunque de poca consideración por su coste, merece la mayor atención con relación a la ruina que podría causar el curso de las Aguas, humedeciendo el Pavimento de los cimientos y cediendo al enorme peso que sustentan por la grande elevación de dicha Fábrica” según Francisco Antonio Sáenz de Olano, Pbro.  Beneficiado y Cura, D. Antonio Ibáñez  Ubago, y D Fausto Antonio Sáenz de Navarrete, Mayordomos eclesiástico y secular respectivamente, quienes se encargaron de tramitar la solicitud al Tribunal Eclesiástico de Calahorra. Ellos como Patrones de la Fábrica de la Iglesia no tenían facultades para conseguirlo y dieron su poder al cura Julián Amestoy para que presentara los pedimentos y escritos conducentes a la realización de dicha obra.

La argumentación para acometer esta obra fue muy sencilla: “ las frecuentes avenidas del Río que corre a espaldas de la Fábrica de dicha Iglesia han causado el desprendimiento de un terreno que servía de resguardo a sus cimientos y que para precaver alguna ruina en la citada Fábrica sumamente elevada por la desigualdad de su superficie, se hace indispensable construir un Fuerte de Piedra. “ Así lo expresaron en un documento firmado ante el escribano local Manuel Ramírez el 18 de mayo de 1802.

Un año justo tardaron los permisos y así  el 29 de mayo de 1803 se firmó el contrato de la obra entre los Patronos de la Iglesia  de este año (D. Julián Amestoy como cura, Francisco Antonio Sáenz de Olano y José de Ocio, Mayordomos Eclesiástico y Secular) y el Maestro de Cantería Manuel Menchaca, residente en Lanciego. Los planos los realizó un famoso Maestro de obras residente en Logroño: Valerio Ascorbe Beitia. El título de la obra era “Ejecución de una Vanguardia para defensa del Camino y Fábrica de dicha Iglesia, a la parte de abajo y junto al Río Mayor de esta Villa” y su presupuesto remontaba a 7.800 rs que abonarían los caudales de la Iglesia.

Las Condiciones del contrato fueron las siguientes:

“1.- Que el referido Manuel de Menchaca ha de abrir de su cuenta los cimientos para dicha obra hasta la profundidad de cuatro pies debajo de la Madre del Río, con seis de ancho. Y si a los cuatro pies de profundidad no se encontrare fundamento sólido, se profundará hasta encontrarle, abonándole la Iglesia el exceso e igualmente se le descontará si se halla antes de dichos pies.

2.-Que abiertos los cimientos y reconocida su solidez se planteará dicha obra, con arreglo al número primero del Plan ( suprimiendo los estribus número segundo y reduciendo la planta a seis pies) y se dará principio al asiento con piedra de buena calidad de sillería devastada en la cara que mira al Río, tanto en los cimientos como en el alzado con sus cinceladuras para su mejor unión en las Juntas y Lechos que deberán ser cuando menos de media vara en cada Piedra y la parte o cara interior será de buena mampostería con tizones interior y exteriormente de siete a siete pies de distancia que tendrán cuando menos tres de lecho cruzados a diente de perro en cada hilada de los cimientos y alzado, macizando sólidamente los huecos con ripio y mortero, que será de cuenta de esta referida Iglesia.

3.-Tercera condición es que los insinuados cimientos tendrán de grueso seis pies, cinco de macizo y uno de relieve hasta la superficie del Río, donde empezará el alzado que tendrá de grueso de cinco pies hasta los seis de altura, cuatro pies hasta la altura de doce y tres pies en lo restante de su elevación hasta superar pi y medio el nivel de la superficie de la pieza del lado opuesto del Río, cerrando dicha obra con pasaderas en forma de triángulo y disminuyendo el grueso por la parte exterior, dando a las defas la figura que tienen en el alzado número ocho. Lee el resto de esta entrada »

1875.- La biblioteca personal de Francisco Martínez de Villarreal Fernández de Arbina, Presbítero y Beneficiado de Elciego

Garai hartan, liburutegi pertsonalek agerian uzten zuten jabearen maila kulturala. Kasu honetan, elizgizon honek bere jabetzan dituen titulo gehienak erlijiozkoak direla nabarmentzen da. Honela, hurrengo dokumentuak gure tokiko historia ehuntzen lagunduko digu.

 

Las bibliotecas personales en esta época eran un signo evidente del nivel cultural de su propietario. A través de ellas observamos los temas candentes en esa época e incluso las tendencias ideológicas que podría haber tanto en el sentido civil como en el religioso, que es el caso de este clérigo local. La biblioteca del clérigo Martínez de Villarreal no es muy relevante por su magnitud,  130 volúmenes en 52 títulos; de los cuales sólo 14 no son de religión.  Don Francisco Villarreal, como se le denominaba en la mayoría de las ocasiones, era uno de los siete primeros mayores pudientes de la villa. Esta aportación es un testimonio más de la vida social y religiosa de la villa en esta segunda mitad del XIX.

 

Don Francisco Martínez de Villarreal Fernández de Arbina fue un clérigo beneficiado de la Iglesia Parroquial de San Andrés perteneciente a una de las familias más pujantes en la villa en el siglo XIX. Su padre Joaquín María y su tío Pedro Martínez de Villarreal Berrueco estuvieron varios años ostentando la Alcaldía en las dos primeras décadas del siglo XIX.

Falleció en Elciego el 25 de noviembre de 1874, a los 62 años de edad y tras llevar un tiempo importante en estado de demencia. Residía en la actual casa cural, perteneciente entonces a su familia. Tras su fallecimiento el Juzgado Municipal inventarió todos los bienes, incluidos los libros de su biblioteca, por lo que de ahí nos ha llegado a nuestros días esta documentación detallada.

La librería con su cómoda de nogal heredó de otro clérigo relevante del pueblo: Francisco Antonio Sáenz de Olano, fallecido en 1840 siendo presidente del Cabildo Eclesiástico de la Parroquia. Es probable también que parte de su biblioteca le viniera de ese clérigo.

 

 

Una librería con su cómoda de nogal existente en la sala principal que habitó el difunto y en ella lo siguiente:

  • Dos diccionarios de Domínguez, primero y segundo tomo
  • La Santa Biblia, dos tomos
  • Ilustración de la Santa Biblia, dos tomos
  • Vida de la Santa Virgen, un tomo
  • Leyenda de Oro, cuatro tomos
  • Biblia Sacra, un tomo
  • Breviario Mariano, un tomo
  • La Madre de Dios, un tomo
  • Teología Moral en cuadros, un tomo
  • Teología Moral, dos tomos
  • Los héroes y grandezas de la Tierra, cinco tomos
  • Vida de Jesucristo, tres tomos
  • Catecismo del Concilio, un tomo
  • Historia de España por Mariana, diez tomos
  • Manual de Confesores, un tomo
  • Conferencias sobre la pasión de Jesucristo, dos tomos
  • Jesucristo en presencia del siglo, dos tomos
  • Anales del Corazón de María, tres tomos
  • Augusto Nicolás, tres tomos
  • Pensamiento de un Creyente Católico, un tomo
  • Historia de la Compañía de Jesús, cinco tomos
  • Historia de San Agustín, un tomo
  • Biblioteca de los Padres de la Iglesia, diez tomos
  • La Reyna de los Cielos, tres tomos
  • Delicias de la Religión Cristiana, un tomo
  • Viaja estático al Mundo planetario, cuatro tomos
  • Armonía de la razón, dos tomos
  • Historia de la Madre de Dios, dos tomos
  • La Biblia de la Infancia, un tomo
  • Instrucción de la Juventud, dos tomos
  • Once discursos, un tomo
  • Notas de la Iglesia, dos tomos
  • Disposiciones para la Confesión, un tomo
  • Guía de pecadores, dos tomos
  • Vida devota, un tomo
  • El Sacerdote Santificado, dos tomos
  • Defensa de la Inquisición, un tomo
  • Ejercicio Cotidiano , un tomo
  • Vida de Santa Catalina, dos tomos
  • Colección de Opúsculos de Claret, tres tomos
  • Madrid en la mano, un tomo
  • Viaja a la Tierra Santa, tres tomos
  • Reforma del Protestantismo, dos tomos
  • Tesoro de protección, un tomo
  • Catecismo filosófico, dos tomos
  • Confesiones de San Agustín, un tomo
  • Viaje Estático, cuatro tomos
  • Variaciones de las Iglesias, dos tomos
  • Historia Natural, ocho tomos
  • Práctica Criminal, un tomo
  • Tratado del hombre, un tomo
  • Ocho libros en rústica”

 

 

 

 

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO (1642-1729) . VIII.- Dorado, Estofado y Policromado

Azken ekarpen honekin amaitutzat ematen diogu Erretaularen lanari. Eltziegon dagoen polikromia, zonaldeko nabarmenetariko bat da.

San Mateo

Con esta última aportación al trabajo del Retablo de la Iglesia de Elciego, damos por finalizado nuestro objetivo. En este apartado tratamos del dorado, estofado y policromado de la arquitectura y escultura del Retablo Mayor y Colaterales.

Lateral
Los responsables de la Parroquia y de la Villa aprendieron de los problemas que tuvieron con los artistas desde el inicio de la obra. Comenzó en 1642 con el Relicario de Mateo Fabrizio y siguieron coleteando los pagos y los pleitos con los herederos de los ejecutores entrando ya en el siglo XVIII. La acometida del policromado de la obra se retrasa hasta 1724; pero los responsables quieren tener todo controlado para no incurrir en los problemas habidos en las décadas anteriores.
Para ello dejan la organización en manos de una Comisión integrada por el párroco Mendiluce, Juan Bautista Sáenz de Navarrete, Pedro Jacinto Ibáñez de Medrano y el escribano Ramírez. Estos llevarán las riendas de la contratación, pagos y ejecución de todo el dorado en un tiempo muy limitado.

San PEdro
La buena actuación de estos gestores hace que tengamos hoy en día en Elciego uno de los mejores dorados y policromados de los retablos de la zona.

San Jerónimo
No sería justo olvidarnos del gran trabajo que se hizo en la última limpieza y restauración del dorado y policromía bajo el impulso del entonces párroco Don Tomás Ruiz de Eguilaz. Esto nos permite hoy en día disfrutar y apreciar la calidad cromática de esta gran obra.

Debemos volver a agradecer a Pablo Cañas López por el magnífico reportaje fotográfico que nos ha aportado a este trabajo. Gracias a él, podemos apreciar en este apartado los ricos y variados detalles de la policromía.

 

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO (1642-1729 ) VII.- Domingo Antonio de Elcaraeta

Gaurko sarrerarekin zazpigarren atala jartzen dugu bloglean. Elkaraeta gazteak beste motatako itxura jarri zuen bere irudietan. Gaur egunean berak egindako irudi batzuk beste aldareetan jarrita daude; bainan dokumentuetan argi eta garbi agertzen dira Elkaraetak egindakoak direla.IMG_9164

Domingo Antonio de Elcaraeta, hijo de Bernardo, el autor de los plafones historiados y los Apóstoles del Altar Mayor, formaliza un contrato de escultura con la Parroquia en 1714. Los conflictos con los Oyarzábal, Ichaso y Elcaraeta habían finalizado. Entramos en otra fase donde, aparte de siglo, se introduce un cambio estético e ideológico con Elcaraeta hijo. Las formas barrocas dieron paso a una preferencia por la limpieza, sobriedad, contención y armonía en los proyectos.

La pedagogía de los retablos también tienen su variante acorde a los cambios de la Iglesia. Se tiene presente la reforma del Carmelo (llevada a cabo por Santa Teresa y San Juan de la Cruz) en el altar de la Epístola y la huella de la Compañía de Jesús está presente en el Colateral del Evangelio.

Hemos traído también a este 7º Capítulo la figura de D. Francisco Manuel Navarrete Ladrón de Guevara, que aunque no haya tomado hasta ahora parte en el tema de los retablos, sí tuvo presente a su pueblo en cada uno de los lugares en los que desarrolló su carrera religiosa y realizó su labor pastoral. Con un pensamiento «moderno» llevó a cabo diversas reformas jurídicas, ideológicas y estamentales en cada una de las parroquias, sedes episcopales y Arzobispado que le fueron consignados a su tutela. En este periodo ocupa el puesto de Arzobispo en Burgos y su influencia en la vida local es palpable.

Artículo en:

 

 

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO IV.- La Década de 1670

1670 hamarkadan Diego Ichasok osatuta zuen erretaula nagusia. Bernardo Elcaraetak banan banan apostuluen irudiak jartzen zituen. Bainan diruak ez ziren emandak adostutako denboratan.

Retablo años 1950.- Andrés Díez Del Río(Retablo en la década de 1950.- Fotografía cedida por Andrés Díez Del Río)

Con este cuarto capítulo, dedicado a la década de 1670, vamos completando el trabajo del Retablo Mayor de la Iglesia de Elciego y sus colaterales.

En esta década Diego de Ichaso va completando la arquitectura del Retablo Mayor, al igual que su amigo Oyarzábal va haciendo lo mismo en los dos colaterales mayores que quedaban por cumplimentar. Bernardo de Elcaraeta, sigue esculpiendo figuras de los Apóstoles que va colocando en la arquitectura que se va rematando.

Surgen problemas económicos en los que las arcas de la Iglesia no tienen la bonanza de las décadas anteriores porque los gastos cuantiosos hay que diversificarlos. Esto origina un retraso en el pago a los maestros arquitectos y escultores que van a ir dilatando la entrega de las obras y el remate del propio retablo.

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http://es.calameo.com/read/000047119b2cc04944260

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO – III

Gaurko sarrerarekin betetzen ari gara Erretauloaren lana; 1660 hamarkadakoan Ichaso eta Elcaraeta ari dira Erreaulo Nagusian eraikitzen.IMG_9413

Con la aportación de la Década de los años 1660 el Retablo del Altar Mayor se va consolidando de la mano de Diego de Ichaso y Bernardo de Elcaraeta. Sebastián de Oyarzábal va trabajando los dos colaterales que le faltaban tras la disconformidad que tuvo con el Cabildo en la década anterior.IMG_9417

Ichaso aporta una arquitectura barroca más evolucionada que la de su compañero de taller y amigo Oyarzábal. En esta década se construye, ensambla y arma la estructura del Altar Mayor. Elcaraeta va trabajando sus efigies redondas de los doce apóstoles, más el San Andrés y el Calvario. No todas sus efigies las terminaría en esta década; pero sí realizaría la mayoría del trabajo. Los plafones historiados es la otra gran aportación de Elcaraeta en estos años, dejando pendiente el que ocupará un lugar central en el Retablo: el de la Visitación, que representa la fiesta patronal de esa época en Elciego.

El retablo de la Iglesia de Elciego III

http://www.calameo.com/read/000047119c3f2b7b79c1a

 

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE ELCIEGO- II

Gaurko sarrarekin bultzakada ematen diogu Erretabloaren lanari. 1650 hamarkadan izanda egon behar zen erretaula; bainan bakarrik Oyarzabalek bete zuen bere lana. 1654 urtean beste kontratazio berria egin zuten Erretaula Nagusia egiteko.

5.-Prendimiento   Con esta década de 1650 aportamos la segunda parte del trabajo del Retablo. Posiblemente sea la más complicada, confusa y la que más luces nos aporta sobre la construcción del Retablo Mayor y los Colaterales.

En 1646 se remató en Calahorra la obra y debía estar construída para 1654. Sebastián de Oyarzábal y Don Pedro Jiménez se comprometieron a tenerla finiquitada para el año indicado; pero Oyarzábal había hecho su parte de los colaterales, Diego Jiménez (sobrino de Don Pedro) había hecho una parte de la escultura que se había comprometido y Don Pedro Jiménez no había cumplido su compromiso. La intervención directa y férrea del obispado hizo que se recondujera la construcción de la obra en 1654 con la incorporación del maestro arquitecto Diego de Ichaso

2.- San Agustín

El trabajo sigue la misma estructura que la década anterior:

– Visión económica de los ingresos de la Iglesia

– Redacción cronológica de lo sucedido en estos años

– Aportación documental

– Fotografía actual de lo realizado en esta década. En este apartado queremos agradecer a Pablo Cañas López por su aportación a este trabajo del retablo.

Lectura completa de esta segunda parte en:

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