«»Memorias de un Maestro Bodeguero»

27 urtez Arabar Errioxan bizi ostean, Jean Pineauk bere eleberri-memorietan XIX.mendeko 2.zatian ardoaren arloan izandako aldaketak adierazten dizkigu. Honako honek, Errioxar ardo modernoaren sorrera azaltzen digu.

El 30 de Agosto de 2018 presentamos el libro “Memorias de un Maestro Bodeguero” en la Sala de Cultura de Elciego.

El libro, extenso en páginas (910) y distribuido en 107 capítulos, va desgranando cronológicamente los 27 años que Jean Pineau vivió en nuestra zona.  Desde 1862 a 1868 en el proyecto llamado “Médoc Alavés” y desde 1868 hasta 1889 llevando las riendas de la bodega de corte moderno que el Marqués de Riscal construyó en Elciego.

El personaje Pineau y el vino son el hilo conductor de todos los aspectos que se van desgranando en estos años tan importantes del moderno vino riojano en estas memorias noveladas.

El estilo de memorias noveladas es una excusa literaria para aportarnos multitud de datos históricos, vocabulario, refranes,…que facilitan la lectura y el acercamiento al conocimiento del moderno vino riojano y a la fundación de la bodega del Marqués de Riscal.

Pasadas dos semanas largas recibí un regalo, inesperado y muy entrañable. Jürgen Lange, profesor de alemán en la Escuela de Idiomas de Durango y doctorado en historia por la Universidad de Siegen (Alemania) con la tesis «Economía rural tradicional en un valle vasco – sobre el desarrollo de estructuras mercantiles en Zeberio en el siglo XVIII«, me escribió un correo en el que me regalaba una reseña del libro en agradecimiento a las cosas que había aprendido con su lectura.

Aparte de ser un regalo entrañable, es también una visión argumentada tras la lectura de este libro propia de una persona con sólida formación académica que se acerca con curiosidad al mundo del vino. Por su interés, la reproducimos también en este blog.

Jesús Fernández Ibáñez: “MEMORIAS DE UN MAESTRO BODEGUERO”

Jean Pineau Forteau (Blanquefort 1822-Elciego 1889), Maestro de Cueva del Marqués de Riscal

Editorial Círculo Rojo, 2018.

 

Las memorias de un maestro bodeguero son la historia de un enólogo francés de Burdeos, Jean Pineau Forteau, quien fue contratado por la Diputación de Álava en 1862 para enseñar a los cosecheros de la Rioja Alavesa sus conocimientos de la refinación de los vinos. Seis años más tarde, en 1868, la Diputación finiquita el contrato y a partir de entonces hasta su muerte en 1889 trabaja para las bodegas Marqués de Riscal.

Menudo trabajo que le deparó al maestro bodeguero. El primer problema que tuvo este francés en la Rioja Alavesa fue el idioma, porque a su llegada en 1862 todavía no hablaba castellano y dependía constantemente de un intérprete. Entre los múltiples obstáculos que el maestro bodeguero tuvo que superar en su nuevo lugar de trabajo también figuraban las pesas y medidas locales, tan diferentes del sistema métrico decimal que se utilizaban en la Francia posterior a Napoleón. Cántaras y azumbres, fanegas y cargas, peonadas y obradas podían diferir de un pueblo a otro, lo que no ocurría con hectáreas, hectolitros o el kilogramo.

Sobre su andadura en Laguardia y Elciego el “mago del vino” como algunos lugareños le titulaban, la gran mayoría solo se refería a él como “el francés”, hizo apuntes en su cuaderno, en parte para justificar su sueldo al patrón, en parte como memoria particular. Parece que en verdad existe un fragmento manuscrito de Jean Pineau del cual parte Jesús Fernández. Las memorias de un maestro bodeguero son ahora el desarrollo de estos apuntes ampliados con los conocimientos históricos de Jesús Fernández y a su vez enriquecidos con acontecimientos diarios en forma de dialogo, fruto de su imaginación. En la descripción de algunos acontecimientos, en primer lugar se relatan en la voz del protagonista (cuaderno):

“Estábamos acomodando la cosecha nueva en las barricas preparadas para el efecto, cuando se me acercó un operario y me dijo que Don Fernando Amestoy, el cura, estaba en la bodega.” (626) Lee el resto de esta entrada »

Enero de 1871, la carta que el Ayuntamiento de Elciego envió a Diputación tras el derrumbamiento del Puente del Ebro

1871ko Urtarrilaren 26an, eskutitz honen bitartez Eltziegoko Udala Arabako Aldundiari zuzentzen zaio eskaera argi eta konkretu batekin: Uholdeak egun haietan deuseztatu zien zubia  berreraikitzea. Arabar Errioxa Bilbo- Tutera trenbidearekin eta Gaztela Errioxarekin batzen zuen zubi hau desagertzeak, beraien ogibidea zen, nekazaritza bizi iraupenarekin eragin zuzena zuen eta bertan herri honetako kezkak eta zailtasunak nabarmenduko dira.

El hundimiento del Puente del Ebro la madrugada del 12 de enero de 1871, tras las copiosas lluvias de diciembre y principios de enero, es una de las calamidades más reseñables de nuestro pueblo en el siglo XIX. No hubo desgracias personales, pero todas las personas del pueblo reflejaban la desgracia colectiva. Un puente donde habían puesto todas las ilusiones y caudales económicos, donde veían la salida de los vinos a otros mercados, un puente hacia la modernidad del pueblo,….todo derrumbado por una crecida insólita del río Ebro. Solamente hacía 4 años que se había inaugurado.

Esta carta que el Ayuntamiento de Elciego envió al Diputado General de Alava refleja a la perfección la desgracia colectiva del pueblo y también la necesidad de acometer su reconstrucción, cueste lo que cueste.

26 Enero 1871 Carta del Ayuntamiento de Elciego al Diputado General de Alava tras el hundimiento del Puente del Ebro

 

«Excmo Señor Diputado General de la provincia de Alava.

Excmo Señor:

Los que suscribimos en nombre, comisión y representación del Ayuntamiento de la villa de Elciego, a Vd respetuosamente exponemos que a consecuencia de las terribles inundaciones que acaban de sentirse así en esta Provincia como en otras varias de España, las aguas del río Ebro arrastraron en sus corrientes la mayor parte del magnífico puente de piedra, que a costa de esta villa y de la provincia de Alava se había construido hace pocos años para unir la Rioja Alavesa al ferrocarril de Bilbao a Tudela y a toda la Rioja Castellana.

Este terrible accidente tuvo lugar en la madrugada del doce del actual dejando a los habitantes de esta villa en la mayor consternación. Los vecinos de Elciego habíamos agotado todo el patrimonio público y acudido a repartimientos vecinales y sacrificios privados para obtener la construcción de aquel puente considerándolo como indispensable para dar salida a nuestros frutos agrícolas y a los demás pueblos circunvecinos que forman la parte principal de toda la Rioja Alavesa. Si el puente no se repara serán inmensos los perjuicios que se causen así a esta villa como a la Rioja toda por lo cual imploramos respetuosamente y con la mayor angustia la protección decidida y pronta de nuestra querida madre la provincia de Alava.

Cuando en las demás provincias españolas se abren suscripciones para reparar los daños causados por las inundaciones y se proteje y ampara a los pueblos y a ls personas y familias que han sufrido perjuicios, la provincia de Alava no puede menos de prestar ayuda y amparo a sus buenos hijos de la villa de Elciego.  Sería un suceso inconcebible y contradictorio con los antecedentes que ilustran la administración tutelar y benéfica de esta tierra, el no acudir a nuestro socorro en circunstancias tan estraordinarias.

Confiamos en que la Provincia siguiendo sus tradiciones dará en esta ocasión una nueva prueba de su previsión mandando que inmediatamente se habilite el puente de esta villa.

Cuanto antes se atienda a esta necesidad imprescindible, el sacrificio será menor porque pueden extraerse del río la mayor parte de los materiales del puente derruido y reducirse los gastos de reposición poco más que a la obra de mano y a los que procedan de las mezclas de cal y arena porque la piedra de sillería labrada existe al pie de dicho puente y ha de utilizarse en las nuevas obras rindiendo las economías consiguientes.

Por todo lo que

Suplicamos a Vs se sirva dictar las órdenes oportunas para que a la mayor posible brevedad se extraigan del Ebro los materiales del puente derruido y que éste sea reparado con toda solidez a fin de que la villa de Elciego y demás pueblos de la Rioja Alavesa no se arruinen faltándoles tan importante medio de comunicación para la extracción de sus productos agrícolas, única riqueza pública y privada de aquella parte importantísima de la provincia de Alava. Así lo esperamos de la paternal y previsora administración de Vd a quien Dios guarde m.a.

Elciego 26 de enero de 1871.

León Ibáñez

Angel Ramírez

Pantaleón de Medrano»

 

 

 

 

 

 

El Arquitecto de Provincia, Don Pantaleón Iradier, autor del proyecto del puente hundido, plasmó en su informe técnico la desgracia que había ocurrido en nuestra villa y la necesidad de rehacerlo para el bien económico de la zona y de la Provincia.

INFORME DEL ARQUITECTO PANTALEON IRADIER

«Exmo Sr.

Doloroso es como se manifiesta en esta solicitud que los sacrificios hechos por la Provincia y Ayuntamiento de Elciego hagan gravado en un momento infructuoso por la desgracia acaecida con motivo del hundimiento del  puente de dicha villa, arrebatado por las aguas a consecuencia de las circunstancias extraordinarias que ha tenido el río Ebro a principios del mes pasado, dejando sin comunicación esta Provincia con la estación de Cenicero del ferrocarril de Tudela a Bilba; y es tanto más sensible dicho acontecimiento cuanto no había perdonado medio para que la obra reuniese a una gran solidez, un buen aspecto y cómo las y desahogadas dimensiones, no pudiendo nunca crearse habría de sobrevenir un accidente tan funesto, pues desde su construcción y a pesar de otras avenidas no se ha notado en su fábrica el más mínimo resentimiento si bien tampoco se calculó que el nivel de las aguas subiría hasta donde han llegado últimamente que ha excedido cerca de dos metros del más alto que habían conocido los más ancianos; causando con su inmenso caudal y corriente daños grandísimos haciendo sentir su fuerza en todos los puentes construidos sobre el mencionado río, que es más o menos parte han quedado destruidos e interceptados para paso de los transeúntes.

El Ayuntamiento que se manifiesta en esta exposición y el amparo que se pide por los comisionados de Elciego es muy natural y parece muy de atenderse, fundándose para ello en las muchas consideraciones que se tuvieron presentes para llevar a cabo una obra de tanta importancia por todos conceptos; pero como por desgracia los estragos causados en el puente son grandes, el coste que sin duda excederá de más de la mitad del gasto anterior, no puede ya asimilarse con la reparación de una obra, por grande que sea de un trozo de carretera o un partida ordinaria de ella, debiendo para la satisfacción de una cantidad tan excesiva, estar preparada la Provincia, convendría previamente de acuerdo con el mismo vecindario y después de un detenido examen, resolver sobre los medios que se consideran más oportunos para conceder lo que se solventa, armonizando los intereses provinciales con los de la localidad.

Respecto a lo que se indica de extraer la piedra que del derruido puente hay en el río, dudo mucho sea oportuno plantear esta operación inmediatamente; pues como exige trabajos y medios que acilados y por sí solos son caros y el transporte de un lado a otro, también cuesta, resulta que de no hacerse la saca al mismo tiempo que la reparación general tal vez sea más costosa que el arranque den cantera,  y esto no creo prudente hacerlo aisladamente a no ser que se presentase algún contratista especulador que hiciera por sí una propuesta que se creyese razonable y equitativa.

En vista pues de lo expuesto y una vez que la Junta particular se halla reunida, su V.E. lo estime así oportuno podría darse conocimiento a esta solicitud para que dispusiera la resolución o tramitación que deba darse al asunto.

Vitoria y Febrero 2 de 1871.

Pantaleón Iradier»

(Archivo Provincial de Alava. DH 739-1)

1874 La última reconstrucción del Puente del Ebro de Elciego

Asko kostatu zait lan hau amaitzea; bainan merezi izan du. Hor geratzen da dokumentazio zehatza eta oso gutxi ezaguna.

  Dos puentes se hicieron sobre el río Ebro, uno en la década de 1860 y otro en siguiente década tras llevarselo la riada el 12 de enero de 1871. Dos puentes pagados a medias entre Diputación y el Ayuntamiento de Elciego que dejaron las arcas locales vaciadas; pero que proporcionaron al pueblo y a la zona un nuevo mercado a los vinos a través del ferrocarril.

Una guerra civil entre llamados carlistas y liberales truncó con la voladura de un arco del puente a cargo del Ejército del Norte, todas las esperanzas e ilusiones de la población de Elciego un 1 de diciembre de 1873.

La reconstrucción del puente, la gran obra civil de la segunda mitad del XIX, fue un nuevo esfuerzo titánico de nuestros antepasados, nuestras autoridades y de una persona siempre querida y a veces olvidada: Ricardo Bellsolá Bayo.

Dejamos aquí una crónica de los acontecimientos y un trabajo minucioso para enriquecer el patrimonio histórico de nuestro pueblo.

//v.calameo.com/?bkcode=00004711944b95589c079

 

https://www.slideshare.net/elciegohistorico/slideshelf

LA ULTIMA RECONSTRUCCION DEL PUENTE SOBRE EL RIO EBRO EN

ELCIEGO  (1874-1875)

Jesús Fernández Ibáñez

1.- Introducción

Al comienzo de la década de 1860 la construcción de un puente  que comunicara con la reciente construida red ferroviaria,  estuvo muy presente en nuestras autoridades locales. Tener comunicación con esa vía, suponía un gran paso para la comercialización de los vinos. Por eso el interés de que la propia vía Castejón-Bilbao pudiera tener su trazado por el sur de Alava, estuvo presente en las autoridades provinciales .Cuando se conoció definitivamente el trazado y supieron con certeza de que en Cenicero se iba a construir una estación, la idea de construir un puente sobre el río Ebro se convirtió ya en una necesidad. El Ayuntamiento de Elciego se puso en contacto con Diputación y el Arquitecto Provincial Pantaleón Iradier, y se diseñó un puente que salió a remate en enero de 1863 por 762.900 reales.  La construcción fue financiada a partes iguales por el Ayuntamiento de Elciego y la Diputación alavesa, teniendo un coste total de 223.793 reales y 24 céntimos – Tras varios meses de retrasos en pagos y otras dificultades, se inauguró el 8 de julio de 1867. Lee el resto de esta entrada »

1869.-LA CASETA DEL PONTAZGO DE ELCIEGO

Zubia pasatzeko zergak ordaindu behar zituzten. Hori ondo kontrolatzeko etxetxo bat eraiki zuten Udalak eta Diputazioak.
Planoo

Tras la inauguración del primer puente el 8 de julio de 1867, enseguida se vio la necesidad de edificar una vivienda para el servicio de la persona que cobrara el pontazgo.

A lo largo del siglo XIX Alava tenía una serie de portazgos, aduanas o cadenas de pago a través de los cuales cobraba unos impuestos al tránsito de personas, animales y carruajes. En la zona de Rioja Alavesa estaban las cadenas o peajes de Salinillas (en la zona de las Conchas), en Labastida ( en el paso del puente por Haro) y en los tramos de Herrera y Assa (camino de Laguardia). Con la construcción del Puente sobre el Río Ebro en Elciego se adecuó otro impuesto: el pontazgo.

Debido al constante tránsito por el puente, era necesario dotarle, aparte de la cadena, de un refugio o caseta adecuada. Es decir con lugar para vivienda de la familia que arrendase el remate y para cobijo de mercancía, caballería y carruajes que fueran retenidos.

El proyecto inicial constaba de una caseta más sencilla;  pero a instancias del propio Arquitecto Provincial, se mejora el planteamiento inicial añadiéndole cuadra y corral. Se persona en Elciego para tratar de convencer a las Autoridades de la necesidad de esas mejoras asegurando, al propio Diputado General que este mejoramiento haría producir 160 reales al año. La obra se tasa en 4.800 reales. Los gastos los sufragarían la Provincia y el Ayuntamiento a partes iguales. Así lo aprueba el Ayuntamiento con su Alcalde, Don León Ibáñez e 10 de enero de 1869. Al principio se pensó en una caseta más sencilla, pero el Arquitecto Provincial se persona en Elciego y mejora el planteamiento inicial, añadiéndole cuadra y corral; asegurándole al Diputado General que con esta mejora haría producir 160 reales al año.

Expediente

Se elaboran las Condiciones de la obra para sacarla a remate público y se establecen las siguientes:

  • 1ª.- se ha de situar dicha caseta en la parte del Poniente de la carretera, junto a la aleta o estribo del puente, en línea paralela con el cordón y de modo que no sobresalga más que los muros y desmontando el relleno del camino en la parte necesaria para el planteamiento de las paredes y edificio.
  • 2ª.- Las dimensiones, disposición y forma de la caseta serán las que se manifiestan en el adjunto dibujo comprendiendo dos plantas una que se situará en la parte baja del terreno y la otra al nivel de la carretera.
  • 3ª.- Se abrirán los cimientos hasta encontrar terreno firme, dándoles en su planta cinco y medio por el ancho y en las otras fachadas tres y medio pies rellenándolas con mampostería de piedra de buena calidad sentada con mezcla compuesta de dos partes de arena y una de cal con abundantes pasaderas y ripiada con esmero.
  • 4ª Desde el terreno natural para arriba y nivelado el cimiento con su mayor altura, se retallarán las paredes medio pie en todas sus fachadas subiéndolas con este grueso único pie de altura, disminuyendo después según se marca en el diseño tanto para las del sótano como para las del piso superior.
  • 5ª Las paredes en lo que comprende el sótano no serán de igual fábrica que la de los cimientos y tendrán esquinas de sillería de 1 ½ pies de entera y 2 ½ de ramal bien enlazados con la mampostería. Igualmente serán de sillería la puerta de entrada al corral y ventana del mismo.
  • 6ª.- El umbral de la puerta principal de la fachada se ha de sentar medio pie más alto que el cordón del afirmado y en esta altura cerrará en derredor de la caseta una hilada de nueve pulgadas de alto que hará de imposta y separe los suelos. El resto se construirá su fachada tal como indica el plano y en su costado será el recerco de vanos y esquinas de sillería quedando los sillares 1 ½ pulgadas más salientes que la mampostería que será concertada en los entrepatios y de modo que sus piedras, sus juntas y niveles vengan bien con las losadas de sillería. La imposta o cornisa será en su fachada por completo de sillería y en el resto se correrá el vocelón en que se han de apoyar los cabrios.
  • 7ªSE ha de armar el tejado a dos aguas colocando en el gallur una pieza de roble u olmo de ocho con nueve pulgadas de escuadra labrándola en lo que vuele en arista viva y con toda perfección, sobre ella se apoyarán los cabrios de pino o chopo situados 13 pulgadas uno de otro y tres pulgadas menos de grueso clavados en las zapatas que llevarán las paredes sosteniendo a su vez la tabla bien solapada y asegurada y la teja de buena clase y de modo que entren 120 tejas en cada estado . Los vuelos se forrarán de tabla serradiza de chopo o pino formando cornisa
  • 8ª.-El suelo del piso bajo se formará con cuartones de chopo o pino de 6 con 7 pulgadas de escuadra sentados a 13 pulgadas uno de otro cubriéndolo con bovedilla de ladrillo y yeso recubriéndola y jarreándola por igual e igualándola con arena y yeso por su parte superior de modo que reciba la baldosa de buena clase y se sentará a nivel y sin malos encuentros.
  • 9ª.- El piso bajo llevará cielo raso colgado a cabrios con teguillo o tablilla francesa, pasándolo de mano de yeso y cargándolo y batiéndolo perfectamente
  • 10ª.- Construirá los tabiques sencillos de ladrillo y yeso que señala el diseño así como hará un fogón alto con arco de ladrillo y losa correspondiente con su campana y chimenea jarreada por el interior y que sobresalga del tejado a mayor altura que el gallur
  • 11ª Se han de jarrear y lucir todos los lienzos de la caseta por su interior con excepción de la cuadra, dándole tres manos de buena lechada de cal por el exterior irá repellado todo lo correspondiente al sótano y fachada de atrás y en la principal y costados se limpiarán bien las uniones de la mampostería tomándose las juntas con mezcla de igual parte de cal y arena.
  • 12ª.- El marquerio de las ventanas y puertas exteriores será de roble de 3 con 4 pulgadas de escuadra las de la primeras y de 4 con 5 las de las segundas. Los vanos llevarán cargaderos del mismo material y 4 pulgadas de espesor. Los vanos interiores de las puertas de pino de 3 con 5 pulgadas.
  • 13ª.- Las puertas exteriores serán de roble u olmo la principal tronzada en su altura y de armazón de 2 ½ pulgadas de grueso. Las ventanas también del mismo material pero del grueso de guarnición y ventanillos de pino o chopo todos ensamblados. Las puertas interiores se harán de tabla de pino unida a macho y hembra con buenos cabezales que la aseguren bien.
  • 14ª.- La puerta principal además de sus grandes pernios llevará cerrojo y cerraja con su llave. La del corral tendrá llave únicamente. Las ventanas tendrán pernios y fallebas la principal y cerrojillos en los ventanales. Las puertas interiores tendrán picaporte y cerraja. Todo el mencionado herraje será de hierro bien trabajado con tirafondos y con arreglo a su uso.
  • 15ª.- Todas las puertas y ventanas y alero se pintarán con tres manos al oleo de color aplomado emplasteciendo todas las maderas perfectamente y colocando cristales en las ventanas.
  • 16ª Enfrente de la caseta colocará introducida en el terreno una pilastra de sillería bien labrada de un pie en cuadro y 4 ½ pies de altura que servirá para el enganche de la cadena
  • 17ª.- Todas las obras se construirán según arte y sin que les falte requisito alguno para su solidez y buen aspecto, dejándolo todo bien concluido y respondiendo por seis meses de los deterioros o faltas que se notaran reponiéndolas a su costa.
  • 18ª.- Arreglará el suelo de la cuadra poniéndolo a nivel con el umbral y hará desmontes y rellenos necesarios para dejar bien arreglado el servicio de la caseta.
  • 19ª.- Se terminarán esta obras en tiempo de dos meses después de aprobado el remate por la Diputación
  • 20ª.- Se presupuesta el coste total de la caseta en seis mil ochocientos reales vellón que servirán de tipo para el remate, abonándose en tres plazos. El 1º de mil ochocientos rs echado que sea el piso del sótano. El 2º de lo que resulta descontada la anterior cantidad y una cuarta parte que se reserva para el 3º y último plazo y segunda entrega sirviendo para la responsabilidad que sería la condición 16ª
  • 21ª Presentará fiador abonado a satisfacción de la Diputación pagando los gastos que se requieren.

Vitoria y Febrero 25 de 1869

firma alcalde

El 2 de marzo acuerdan Diputación y Ayuntamiento el anunciar el remate con un presupuesto de 6.800 reales, por medio de proposiciones en pliegos cerrados.

El 7 de marzo se lleva a Pleno y se aprueban las condiciones y la salida a remate. Se lleva a cabo el 17 bajo la presidencia del Alcalde León Ibáñez, habiendo tres proposiciones:

 

  • Gabriel Otegui, vecino de Logroño y como fiador Fernando de Marcos, vecino de Elciego…por 5.850 rs.
  • Andrés Senderos, fiadores Santiago Sáenz y Francisco Cámara, vecinos de Elciego…por 5.800 rs.
  • Manuel de Jáuregui, residente en Cenicero y con fiador Toribio Escudero, de Cenicero, 6.200 rs.

Tras una protesta de Otegui por el pliego de Senderos al faltarle la firma de los fiadores, se manda al alguacil que localice a los fiadores para firmarlo. Al cabo de hora y media está rubricada la petición; pero el caso se eleva a Diputación por si hubiera alguna anomalía. El Consultor de Diputación no ve argumentos en contra por lo que el 2 de abril el Ayuntamiento y Andrés Senderos firman el remate con las condiciones ante el escribano local Don Manuel Blas Navaz.Firma Ayuntamiento

Las obras se van haciendo, pero parece ser que se retrasan demasiado. Tanto que para cuando hay que entregarla, falta aún bastante por realizar. El Alcalde le escribe el 19 de Julio a Diputación diciéndole que hace bastante tiempo se hallan paralizadas y que parece ser que el constructor tiene problemas económicos, ya que los obreros no cobran y van abandonando el trabajo. El Arquitecto Provincial se presenta en el lugar y define que “marchan con lentitud, si bien tengo entendido no han sido por completo abandonadas por el contratista”, con lo cual se decide que el rematante Senderos active los trabajos de modo que termine la caseta para otra próxima fecha: el 15 de agosto.

El atasco de la obra es muy notorio y los fiadores Sáenz y Cámara comunican al Diputado General que ellos están dispuestos a asumir los trabajos y que se retengan los pagos en Tesorería. Que si se le sigue dejando las riendas al contratista no se concluirán las obras ni los peones que han trabajado en ella cobrarán los jornales. Incluso al propio Cámara, que trabaja como maestro de cantería, se le adeudan 477 reales.

El nuevo informe del Arquitecto Provincial sigue endulzando la situación: “lleva la construcción con gran lentitud”, “la caseta tiene ya el tejado construido”, “es poco lo que falta”….con lo que se pueden concluir los trabajos en ocho o diez días. Pero Senderos está en paradero desconocido y el Alcalde con fecha 27 de septiembre lo notifica al Diputado General. El 5 de octubre el Alcalde faculta a los fiadores a que continúen la obra. A los pocos días, el 13 de octubre nombra a dos vecinos, Calixto Uribe como cantero y a Eustasio Besga, como carpinteros, a que examinen la obra detenidamente. Estos dictaminan que falta por ejecutar: “ revocar parte de las paredes de la cuadra en los exteriores, la piedra para la cadena, entoscar y jarriar la mitad del tabique que divide la cocina; falta de jarriar toda la caseta, falta que hacer un tabique para dividir el portal y la cocina de siete pies de largo; y también el tabique que hay que hacer encima del marco; hay que hacer fogar, campana y chimenea y embaldosar toda la caseta; faltan las maestras de tres ventanas; faltan todas las hojas de las ventanas, así como también las puertas interiores y la media puerta de la principal y de consiguiente todo lo accesorio del samblaje. En el tejado faltan bastantes tejas. “Escritura

El Alcalde notifica el 15 de octubre a Sáenz y Cámara el peritaje realizado y les da diez días para rematar lo que aún falta. El plazo finaliza el día 25 y el Arquitecto Provincial practica un detenido y escrupuloso reconocimiento del estado de la caseta.

Durante el mes de noviembre  y diciembre se intenta liquidar las cuentas pendientes. Los fiadores reclaman los dineros que quedan sin abonar. Diputación recuerda al Ayuntamiento de Elciego que tiene que abonar la mitad de lo adeudado.  Al finalizar el año, tras escuchar a la oficina de Contabilidad de la Diputación, al Arquitecto de Provincia y al propio Ayuntamiento de Elciego, Diputación realiza su último pago de 375 reales; dejando a la Villa el abono de los 2.175 rs que aún quedan pendientes.Obligación de construir una caseta

Todavía medio año más tarde, en junio de 1870 están sin realizar los pagos definitivos por parte del ayuntamiento, quien exige a los contratistas el remate de unos detalles de los techos.

Esta es la cronología de nuestra querida “caseta del puente”; el único vestigio de ese primer puente, que en la madrugada del 12 de enero de 1871, menos de un año de estar totalmente rematada, arrastró hasta su derrumbe esa histórica riada.

Puentegrabado

(Archivo Histórico Diputación Alava.- DH 719-8)

1867 Inauguración del Primer Puente del Ebro.- Las pilastras conmemorativas que nunca hemos conocido

Ebro Zubiaren obrak amaitzeko prest egoten ziren 1867 urtean. Bi zutabe giza eraiki zituzten zubiaren sarreran gogoerazteko noiz, nork eta noren mempe eraiki zen zubi hori.

Obelisco puent

Para la primavera de 1867 el puente de piedra sobre el río Ebro estaba casi terminado. Faltaba la calzada desde el puente hasta la estación de ferrocarril de Cenicero y la adecuación del camino nuevo carreteril que uniría el pueblo con el puente.
El contrato donde se reflejaban las bases para la construcción de la obra se firmó en Vitoria el 26 de noviembre de 1863 entre el Arquitecto Provincial Don Pantaleón Iradier (diseñador y ejecutor del proyecto) y el contratista Andrés Senderos Mena. Figuraba como testigo Don Ramón Ortiz de Zárate, Diputado General, y fue firmado ante el escribano de Vitoria Don Mariano Ugarte.
En la condición número 13 expresaba:
Se colocarán cuatro escudos dos a cada lado del puente según el diseño que se dé al tiempo de la ejecución, así como pondrá las inscripciones que se dispongan.”
En el propio plano de Pantaleón Iradier, Arquitecto Provincial, se señalaban dónde deberían colocarse los escudos, tal y como vemos en el dibujo.

plano Iradier

   Estando ya finalizadas las obras, es el mismo Arquitecto Provincial quien recomienda al Diputado General cambiar la ubicación de los escudos por dos pilastras colocadas a la entrada del puente por la parte alavesa, que serán más visibles y mejorarán aún más la estética de la obra.
“los escudos de armas que deberían colocarse según condiciones en el centro de las caras exteriores de los machones, no tendrán toda la vista y sería de desear, y me parece sería muy conveniente la sustitución de dichas armas, con dos pilastras de la forma que indica el adjunto que se colocasen en la entrada de Alava, que no dudo mejorará el aspecto general de la obra” Vitoria 22 de marzo de 1867 Pantaleón Iradier
Bien le pareció al entonces Diputado General Pedro Egaña, quien dio por aprobado la variación solicitada por el Arquitecto Provincial.

     “Se aprueba igualmente la ejecución y colocación de las dos pilastras a la entrada del mencionado puente en territorio de la Provincia con arreglo al diseño que se presenta, por cuenta y cargo del rematante principal y sus fiadores en sustitución de los dos escudos de armas que con arreglo a la contrata tenía obligación de poner en el centro de las caras exteriores de los machones del expresado puente.- Egaña.” Aprobación de Egaña
El 8 de julio de 1867 se inaugura el puente, acudiendo por Diputación el Teniente Diputado General Don Vicente Payueta y el Ayuntamiento de Elciego en pleno con su alcalde a la cabeza Don Bernardo Medrano.

   La riada de las siete de la mañana del doce de enero de 1871 se llevó todo el puente y con él las pilastras que adornaban la entrada. Nunca las hemos visto, ni incluso imaginado. Sirva este artículo como recordatorio de aquello que nunca conocimos pero que, ahora, sabemos que existió y que quién sabe si un día alguien tendrá el interés y la intención de reconstruir; únicamente cambiando fechas y nombres porque el puente actual nada tiene que ver con el primitivo.

   Sirva también este artículo del blog para reconocer y tener presente, una vez más, los nombres y el esfuerzo de aquellos que hicieron posible la comunicación entre ambas orillas, la expansión comercial de la zona y la posibilidad de utilizar el ferrocarri,l que supuso un vehículo de evolución económica y cambio social. Hoy por hoy, puede ser un anacronismo; pero, en su momento, fue una revolución en todos los órdenes.

 

(Documentación y dibujos extraídos del Archivo Histórico Provincial de Alava.- DH 799-25 )

El último Barco de Elciego.- 1861

Aurreko mendeetan Ebro ibaia pasatzeko, ontziak edo gabarra erabili zuten. Azkena 1861garren urtean hondoratu eta desegin zen.

Sin título(Archivo Provincial de la Diputación de Alava.-Armario 25, legajo 11, nº26)

A lo largo de los siglos precedentes, el paso del río Ebro a la parte de Castilla, se realizaba a través del barco que estaba situado en las proximidades del actual puente. Los puentes de Logroño y de San Vicente de la Sosierra eran los dos conductos más utilizados para el paso de mercancías de una margen a otra. Pero había también puntos intermedios donde, por medios de barcazas y otros artilugios, se solucionaba el tránsito de personas, caballerías y pequeñas mercancías de una provincia a otra. El caso del nombre de La Puebla de La Barca, es un testigo más de barcos y barcazas empleados para cruzar el Ebro.
En el caso de Elciego, el barco era una herramienta importante en la vida cotidiana; y como tal, el Ayuntamiento era el propietario del mismo, arrendando anualmente su usufructo por medio de un remate. Como vestigio de esta actividad, tenemos la calle del Barco, que desde la Plaza mayor se encaminaba hacia el camino que conducía al río Ebro. La trazado de la carretera actual es fruto de la construcción del puente en 1862, siendo el camino antiguo al barco el que discurre paralelo al Río Mayor, atravesando la zona de los Barrancos y la Fuente del Fraile hasta la desembocadura en río Ebro.
Los movimientos y las negociaciones de los caminos de hierro o ferrocarriles y su travesía final por la margen derecha del Ebro, suscitaron en las autoridades locales y forales proyectos para facilitar el acceso cómodo de las mercancías al transporte ferroviario. Uno de ellos fue el inicio de la construcción de un puente que uniera la Rioja Alavesa y la nueva estación en el término de Cenicero en 1862.
El hundimiento por deterioro del barco de Elciego el 21 de diciembre de 1861, hizo que el Alcalde Román Ramírez pusiera el hecho en conocimiento del Diputado General para acelerar aún más la construcción de un puente de piedra.
Dice así el escrito:
“Elciego 21 de Diciembre de 1861
Sr. Diputado: en la mañana de este día se ha encontrado el barco de este pueblo del río Ebro sumergido en su fondo sin otra causa que el estado de deterioro en que se halla.
Aunque piensa este Ayuntamiento hacer en dicho barco, caso de poder extraerlo del fondo del agua, una suposición, nunca será duradera y solo sí paliativa, a no ser haciendo otro barco nuevo que consumiría, a no dudarlo, una porción de miles a los fondos municipales sin sacar los productos que pudiera dar.
Esta ocurrencia la pongo en conocimiento de Vd sin más objeto que ponerlo al alcance de su ilustración y con este motivo se pone a las órdenes de Vd su más atento y seguro servidor
El Alcalde.-Román Ramírez”

1871 Contrato de las obras de reconstrucción del Puente de Elciego sobre el río Ebro

1871ko urtarrillaren 12an, goizeko zaspiretan Ebro ibaiaren uholdeak txikitu egin zuen zubia. Zubi horrek 1862 urtean hasi zen egiten. Oso bizkor lanean jarri ziren beste zubi bat eraikitzeko, eta laguntza eskatu zioten Ricardo Bellsolári.

 

1871 Proyecto Bellsolá

A las siete de la mañana del 12 de enero de 1871, la crecida impresionante del río Ebro iniciada en días anteriores, arrastró consigo el puente construido en 1862.

Una desgracia sin descripción para Elciego, puesto que ese puente construido a medias entre el Ayuntamiento y la Diputación de Alava, había sido el sueño para sacar los vinos al ferrocarril.  Nada más conocer la desgracia, se junta esa misma  mañana el Ayuntamiento con el Alcalde León Ibáñez , quien comunica la desgracia a la corporación:» a las siete de este mañana se ha hundido el puente de piedra situado en el rio Ebro que correspondía la Exma Diputación de esta Provicia y a esta villa y que al haberse quedado sin paso y sin comunicación tanto para el servicio de personas como para la extracción vinos y que creia que era urgente atender a un servicio tan perentorio y de interes para esta villa»

Determinan ponerse en contacto urgente con la empresa «Barcos de Bilbao» para construir con urgencia una barcaza para poder cruzar a Castilla. A continuación se plantean la reconstrucción del puente, aunque «las arcas del Ayuntamiento habían quedado bastante exhaustas por la construcción del puente siniestrado.»  Manifiestan la necesidad de rehacerlo « basándose en los mismos motivos expuestos para su construcción, haciendo constar los grandes perjuicios que se originarían a la Rioja Alavesa en caso de no llevarse a cabo su reconstrucción, urge repararlo lo antes posible, pues el sacrifico económico será menor ya que podrían extraerse y aprovecharse los materiales del puente derribado y emplear la piedra de sillería labrada, existente al pie del mismo.»(Libro de Actas Municipales)

IMG_9804 - copia

Se ponen en contacto con Ricardo Bellsolá, vinculado con Elciego, quien realiza el proyecto para iniciar la obra.

 

 

Exponemos aquí el contrato de obra; con multitud de detalles sobre su construcción y aspectos técnicos.

El puente de Elciego sobre el río Ebro es uno de los últimos que se realizaron íntegramente con piedra en todo el Estado.

1871 Plano Bellsola arco

Ver CONTRATO

http://www.calameo.com/read/000047119c0c8e7224c37

 

Un puente hacia el progreso. Puente de Elciego (1861-1875)

Araba Errioxako blogean argitaratu dute artikulu hau. Gure herrirako eta zonalde osorako garrantsi handikoa izan da zubi hau; bai ardoaren munduaren ondorioagatik baita irudi bera dotore eta itxura ezin bestekoa delako

Fotografía cedida por Andrés Díez Del Río

Fotografía cedida por Andrés Díez Del Río

A mediados del siglo XIX la situación de los viñedos riojanos era desoladora: a una superproducción para un mercado reducido, se unía la caducidad anual del producto frente a la competencia feroz de los vinos navarros y aragoneses: más alcohólicos y de mejor perdurabilidad. También las enfermedades que arrasaban cosechas y las dificultades relacionadas con el transporte de los vinos, no presagiaban un futuro favorable.

Las ideas revolucionarias y los esfuerzos de personas visionarias y comprometidas con su gente y su territorio, junto con los organismos oficiales, lograron modificar el porvenir del vino riojano. Entre esas medidas innovadoras, destaca, la  presencia, en 1862, del “maestro de cueva” bordelés Jean Pineau traido por parte de la Diputación de Alava; quien aportó conocimiento y metodología a los cosecheros alaveses e, iniciándose con él, el moderno vino riojano. Junto con la llegada de este experto que instruirá a los cosecheros alaveses, la Diputación  incorporó ensayos y mejoras en las plantaciones a través de la Escuela Práctica de Agricultura, argumentando que “para hacer buenos vinos hay que disponer de buenas uvas” y que la finalidad es “proporcionar bebida de buen aroma y agradable que pueda tomarse en buena cantidad sin fatigar el estómago y dañar la cabeza”.

El mercado, tal y como lo conocemos hoy en día, se desarrolla en esta época. Esto constituye otro aspecto a tener en cuenta para curar la enfermedad mortal que afectaba al vino riojano. Hasta la mitad del XIX la parte alavesa vendía sus vinos en las localidades más pobladas de las provincias hermanas. El Ebro era la frontera natural difícil de traspasar, no sólo por sus dos únicos puentes ( Logroño y San Vicente de la Sonsierra), sino porque en la parte castellana el mercado era más reducido en población y  ésta satisfacía su sed vinícola con su propia producción. Por eso “los arrieros vizcaínos y vitorianos” sorteaban los distintos puertos y pasos de la Sierra de Cantabria para adentrarse en las poblaciones vascongadas, demandantes de ese vino que no podían producir en su geografía menos propicia para el cultivo de la vid. El regreso con pescado, grasa de ballena y otros productos, hacía que la rentabilidad del viaje de estos arrieros fuera satisfactoria.

La necesidad de ampliar mercados para poder vender toda la producción iba necesariamente unida a tres nuevos conceptos: la infraestructura viaria, la mejora en la elaboración vinícola (para que el producto tenga mayor perdurabilidad  y aguante en excelentes condiciones  los largos trayectos) y la presentación detallada del vino en nuevos envases más manejables. El primer concepto iba necesariamente unido a una mejora de los caminos carreteriles y al enlace directo con el motor viario de aquella época: el ferrocarril. El ambicioso proyecto ferroviario Tudela-Bilbao, inaugurado en 1863 y configurado finalmente como Castejón -Bilbao, fue un logro conjunto de las autoridades locales y Forales demostrándose así, que la idea de progreso estaba más que asentada en los planes de estas instituciones. Existía una necesidad de conectarse con  la modernidad, con  los caminos de hierro que comunicaban el interior y la costa; para ello siguieron e intervinieron, íntegramente en el proyecto y desarrollo de esta vía ferroviaria. La conclusión estaba clara: había que solventar la dificultad que suponía el río Ebro con la construcción de un puente que uniera la parte vascongada con la parte castellana, por donde transcurría el trazado ferroviario Los dos puntos escogidos estuvieron en los términos de Elciego y de Baños de Ebro.1861

1861 Plano de Iradier

…ver más en….

http://riojaalavesa.blog.euskadi.net/un-puente-hacia-el-progreso

1874.- Puente de Elciego

Imagen

Bigarren Karlista Gudatan Ebroko zubiako  bigarren arkua soldaduek lehertu zuten. Horren ondorioz zubiko zati bat jausi zen.

En la Segunda Guerra Carlista las tropas que estaban en la parte castellana del Ebro volaron un arco para inutilizar el puente. Ocurrió en 1873;  al año siguiente, con el arco debilitado, se produjo un derrumbe mayor. Con la inutilización del puente, las tropas tendieron un puente de pontones para poder cruzar el río Ebro

Este grabado de la Ilustración Española y Americana que nos han regalado, es una estupenda aportación a nuestro patrimonio histórico y cultural .El pie de página no deja de ser curioso: » Puente de pontones tendido sobre el Ebro por los ingenieros, junto al puente cortado de Cenicero, para el regreso del ejército a Logroño (ancho del río 80 m)»

Llama la atención en este comentario el atribuir la titularidad del puente a Cenicero, cuando fue el Ayuntamiento de Elciego, junto con la Diputación de Alava los que sufragaron los gastos; aparte del adelanto del dinero de la expropiación de los terrenos hasta la estación del ferrocarril de Cenicero.

https://elciegohistorico.wordpress.com/category/puente-del-ebro/

http://www.flickr.com/photos/60720621@N03/12842562165/

Puente sobre el Río Ebro en Elciego

Bonita foto del Puente del Ebro, uno de los grandes legados del ingeniero Ricardo Bellsolá, persona que demostró mucho cariño por Elciego.  Foto realizada a finales de la década de los años 50, en un amanecer y con crecida del caudal. La foto está cedida por Andrés Díez Del Río, al que agradecemos todo el material que nos va facilitando de su padre.

http://www.flickr.com/photos/60720621@N03/7024691833/in/photostream

 

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