Lorenzo de Otamendi hargin bat zen, non bere aztarnak Uriko oinetxe desberdinetan utzi zituen. «Virgen de la Plaza» ermitan bataiarri bat dago, bere izen eta nahiarekin grabatuta, eta hau 1728.ean landu zuen.
A principios del XVIII la actividad en la construcción de casas palaciegas en la Villa fue intensa. Esto acarreó la presencia de buenos y afamados canteros que nos han dejado huella de su buen quehacer y de su paso por estas tierras. Algunos se asentaron y matrimoniaron en el pueblo como Juan de Uncilla, natural de Abadiano y que trabajó en la casa de los Ramírez de la Peciña. De otros sólo conocemos lo referente a las obras en las que tomaron parte; como el caso de Juan de Arregui, Antonio de Alzola, Juan de Irabia, Antonio de Algiaga, Martín de Larrínaga…..y dentro de este grupo ocupa un lugar especial Lorenzo de Otamendi.
Otamendi tomó el encargo de edificar las casas que los hermanos Martínez de Villarreal Sáenz de Tejada (Martín y Andrés) junto con su madre Ana Sáenz de Tejada Gavira levantaron en la calle que iba al Calvario; posteriormente calle del Norte y que corresponde a la actual Biblioteca y Oficina de Turismo. En muchos documentos también se le denominaba a esta calle la de la “salida para Villaescuerna, Navaridas y Laguardia”. Trabajó en ella durante varios años y el día de Todos los Santos de 1727 entregó la obra a la familia tras recibir la liquidación de los últimos reales de un total de 11.730 que cobró por todo su trabajo.
La buena fama del cantero y su demostración en el anterior edificio hizo que Bartolomé López de Bérriz lo contratara ese mismo año para levantar un edificio solariego en la propia plaza con sus balcones y escudo; indicando así la categoría social de sus moradores. En este caso tuvo que acomodar el diseño al espacio concreto, haciendo un diseño donde predomina la verticalidad; algo bastante novedoso en relación con las construcciones acostumbradas en la Villa.
Tras realizar esta obra, Vicente López Zorrilla, perteneciente a una familia de herreros asentados en Elciego, le encarga en 1730 la construcción de una casa en la calle que sale para Baños y que entonces le llamaban de la Santa Cruz.
Durante esta larga estancia del cantero en la Villa y con buenos encargos de obras, Otamendi se familiarizó con sus habitantes y de una manera especial con la devoción que la Villa tenía a la Virgen de la Plaza. La ermita de entonces fue demolida en 1764 para elevar la actual, mayor y de planta octogonal. De aquella antigua ermita nos queda la pila bautismal que el buen cantero esculpió en 1728. Posiblemente fuera una donación que hizo para ella por haber grabado su nombre en ella y por el sentido que tiene la frase
“AÑO 1728 YO LORENZO DE OLAMENDI DE GRACIA Y POR DEVOCION”