«»Memorias de un Maestro Bodeguero»

27 urtez Arabar Errioxan bizi ostean, Jean Pineauk bere eleberri-memorietan XIX.mendeko 2.zatian ardoaren arloan izandako aldaketak adierazten dizkigu. Honako honek, Errioxar ardo modernoaren sorrera azaltzen digu.

El 30 de Agosto de 2018 presentamos el libro “Memorias de un Maestro Bodeguero” en la Sala de Cultura de Elciego.

El libro, extenso en páginas (910) y distribuido en 107 capítulos, va desgranando cronológicamente los 27 años que Jean Pineau vivió en nuestra zona.  Desde 1862 a 1868 en el proyecto llamado “Médoc Alavés” y desde 1868 hasta 1889 llevando las riendas de la bodega de corte moderno que el Marqués de Riscal construyó en Elciego.

El personaje Pineau y el vino son el hilo conductor de todos los aspectos que se van desgranando en estos años tan importantes del moderno vino riojano en estas memorias noveladas.

El estilo de memorias noveladas es una excusa literaria para aportarnos multitud de datos históricos, vocabulario, refranes,…que facilitan la lectura y el acercamiento al conocimiento del moderno vino riojano y a la fundación de la bodega del Marqués de Riscal.

Pasadas dos semanas largas recibí un regalo, inesperado y muy entrañable. Jürgen Lange, profesor de alemán en la Escuela de Idiomas de Durango y doctorado en historia por la Universidad de Siegen (Alemania) con la tesis «Economía rural tradicional en un valle vasco – sobre el desarrollo de estructuras mercantiles en Zeberio en el siglo XVIII«, me escribió un correo en el que me regalaba una reseña del libro en agradecimiento a las cosas que había aprendido con su lectura.

Aparte de ser un regalo entrañable, es también una visión argumentada tras la lectura de este libro propia de una persona con sólida formación académica que se acerca con curiosidad al mundo del vino. Por su interés, la reproducimos también en este blog.

Jesús Fernández Ibáñez: “MEMORIAS DE UN MAESTRO BODEGUERO”

Jean Pineau Forteau (Blanquefort 1822-Elciego 1889), Maestro de Cueva del Marqués de Riscal

Editorial Círculo Rojo, 2018.

 

Las memorias de un maestro bodeguero son la historia de un enólogo francés de Burdeos, Jean Pineau Forteau, quien fue contratado por la Diputación de Álava en 1862 para enseñar a los cosecheros de la Rioja Alavesa sus conocimientos de la refinación de los vinos. Seis años más tarde, en 1868, la Diputación finiquita el contrato y a partir de entonces hasta su muerte en 1889 trabaja para las bodegas Marqués de Riscal.

Menudo trabajo que le deparó al maestro bodeguero. El primer problema que tuvo este francés en la Rioja Alavesa fue el idioma, porque a su llegada en 1862 todavía no hablaba castellano y dependía constantemente de un intérprete. Entre los múltiples obstáculos que el maestro bodeguero tuvo que superar en su nuevo lugar de trabajo también figuraban las pesas y medidas locales, tan diferentes del sistema métrico decimal que se utilizaban en la Francia posterior a Napoleón. Cántaras y azumbres, fanegas y cargas, peonadas y obradas podían diferir de un pueblo a otro, lo que no ocurría con hectáreas, hectolitros o el kilogramo.

Sobre su andadura en Laguardia y Elciego el “mago del vino” como algunos lugareños le titulaban, la gran mayoría solo se refería a él como “el francés”, hizo apuntes en su cuaderno, en parte para justificar su sueldo al patrón, en parte como memoria particular. Parece que en verdad existe un fragmento manuscrito de Jean Pineau del cual parte Jesús Fernández. Las memorias de un maestro bodeguero son ahora el desarrollo de estos apuntes ampliados con los conocimientos históricos de Jesús Fernández y a su vez enriquecidos con acontecimientos diarios en forma de dialogo, fruto de su imaginación. En la descripción de algunos acontecimientos, en primer lugar se relatan en la voz del protagonista (cuaderno):

“Estábamos acomodando la cosecha nueva en las barricas preparadas para el efecto, cuando se me acercó un operario y me dijo que Don Fernando Amestoy, el cura, estaba en la bodega.” (626) Lee el resto de esta entrada »

LA PRIMERA PROPAGANDA DE LOS VINOS RIOJANOS – 1866

Madrilen sartzeko Errioxako ardo berriak, sustapen berezia antolatu zuen Arabako Diputazioak

Propaganda Torrecilla

La promoción de los vinos riojanos en Madrid era uno de los objetivos del Proyecto de la Diputación de Alava al introducir el sistema Medoc en 1862 para la elaboración de nuestros vinos, bajo la dirección de Jean Pineau . Nuevos mercados, utilización del ferrocarril para el transporte, nuevo sistema de elaboración para dar perdurabilidad al vino, embotellado del vino en pequeños recipientes de vidrio, etiquetado de esas botellas,…Todo un nuevo sistema de elaboración, transporte y comercialización de los nuevos vinos riojanos.Para eso se necesitaba darlos a conocer. Y nada mejor que regalar botellas a personas y personalidades que posteriormente quisieran adquirir esos vinos finos.

Torrecilla
Gregorio Torrecilla, afincado en Madrid, fue consciente del nuevo mercado que se abría y colaboró en la promoción de los nuevos vinos riojanos a través de su nuevo negocio en la Carrera de San Jerónimo, número 11. Sus anhelos de ser el distribuidor, dándolos y dándose él mismo a conocer, suscitó los problemas que se describen en la carta del Diputado General Pedro Egaña. Fruto de este entusiasmo propagandístico es este primer cartel-tarjetón que anuncia al público “Vinos de Rioja elaborados con todo esmero por el sistema Médoc”

Firma Torrecilla
Reproducimos a continuación la reprimenda epistolar que le envía el Diputado General a Torrecilla. Tiene detalles importantes y quiere dejar bien claro la calidad del trabajo realizado, sin que intereses personales polaricen el éxito del nuevo sistema de elaboración.
1866-04-28
Sr. Don Gregorio Torrecilla
Mi estimado amigo:
Anoche dirigí a Vd un telegrama para encargarle por tercera vez que excusara entregar con nuestras botellas de regalo ninguna tarjeta, prospecto, ni aviso de los puntos en que se venda el vino “Medoc Alavés”. Esperaba que en es parte se atendría Vd. Exacta y rigurosamente a las instrucciones que repetidamente le tenía comunicadas, y me ha causado gran sorpresa saber que ha continuado Vd. Dando un paso poco conveniente a la dignidad de esta Diputación y aun al desarrollo de un comercio que interesa a la producción de la Rioja por cuya prosperidad está haciendo tantos sacrificios esta Provincia.
Sabe Vd que le estimo; pero aunque fuese Vd mi propio hermano le diría que no admito discusión acerca de una inconveniencia que lastima la proverbial delicadeza que preside siempre a los actos de esta autoridad paternal. Ha debido Vd. Limitarse a la entrega de los vinos con las comunicaciones a ellos relativas ya que aceptó este encargo. En esas comunicaciones sólo se indica el deseo de abrir el comercio de Madrid a los nuevos vinos reclamando la ilustrada e imparcial opinión de las personas a quienes se hacen los regalos sobre las cualidades de un producto elaborado con un esmero y método hasta ahora nunca vistos en la Rioja. Estas importantes gestiones, que con un fin patriótico, ha dispuesto la Provincia se han confundido lamentablemente con la especial relación de un particular, y debo manifestar a Vd., con la franqueza que me caracteriza, que con mucho sentimiento he visto la precipitación de Vd en mezclar su puff mercantil con nuestros trabajos, ahogando y desnaturalizando completamente la verdadera expresión e índole de los pasos de la Provincia.
Tengo a la vista una tarjeta de las que Vd ha repartido con nuestras botellas, y que me ha sido remitida por persona a quien ha extrañado tanto como a mí su proceder de Vd. En ese tarjetón-anuncio desaparece por completo la provincia de Alava, confundiéndose ambas Riojas; y formando nuestro ” Medoc”, ridículo contraste con el vino “ojo de gallo” al que atribuye Vd. en sus explicaciones, cualidades idénticas al que con grandes sacrificios, noble desinterés y rara constancia ha conseguido la Provincia elaborar al cabo de algunos años de costosos ensayos.
No es el ánimo de esta Provincia crear a sus nuevos vinos una reputación injustificada y por lo tanto transitoria. Queremos que sean apreciados por las circunstancias que reúnan, sin exageraciones pueriles que en ningún caso pueden darles otra cosa que una escasísima y pasajera importancia que para nada necesitamos.
Por todo lo cual debo recomendar a Vd. Ya que lo hecho hasta ahora no tiene desgraciadamente remedio, que deseche su febril impaciencia, y proceda en nuestro asunto, y aún en su propio comercio, con toda la lealtad que a Vd. y a la Provincia interesa no confundiendo con nuestros regalos sus anuncios, valiéndose para lo que particularmente le toque de otras formas más convenientes, dejando para un poco más adelante y no simultaneando con nuestros actos el dar a conocer su establecimiento, cuya reputación quiere Vd. improvisar y fundando esta muy especialmente en la buena calidad de los productos que espenda, sobre todo en los que procedan de esta Diputación, que desea sean acertadamente escogidos, sin que a nuestra sombra y bajo nuestra protección y crédito lleve Vd. vinos malos, que los hay también, aunque se hayan elaborado por el mismo método medoc, descuidando mil y mil operaciones delicadas que requieren para el completo desenvolvimiento de sus cualidades.
Disimule Vd. la severa franqueza de este lenguaje, impuesto por los deberes del cargo que ejerzo y crea que ha causado un gran disgusto y pena al obligar a emplearlo a su siempre afectísimo amigo.
Pedro Egaña

(Archivo Provincial del Territorio Histórico de Alava, Caja 120 nº 19)

Jean Pineau, el «maestro de cueva» bordelés que la Diputación de Alava trajo para innovar el vino riojano

Araba Errioxako blogean agertutako artikulua. Gure «Jean Pineau» ezin zuen falta blog honetan.

Artículo sobre Jean Pineau publicado en el blog de Rioja Alavesa

http://riojaalavesa.blog.euskadi.net/jean-pineau-el-mago-frances

firma Pineau

JEAN PINEAU

El “Maestro de Cueva” bordelés que Diputación de Alava trajo para innovar el vino riojano

               

La vitivinicultura tradicional riojana, tanto en su vertiente de cultivo de la vid como en la de la elaboración de los vinos, se venía transmitiendo de generación en generación a lo largo de varios siglos. Los terrenos más dificultosos o las terrazas de los montículos muy propios de nuestra orografía estaban destinados al cultivo de la vid, destinándose los más llanos y productivos a los cereales.

Tal y como rezan en los escritos antiguos  los trabajos realizados de “podar, cavar, espergurar, hedrar y morgonear cada año” los majuelos de una manera totalmente manual, donde la “obrada”, como superficie que acoge unas 200 cepas, era la referencia del trabajo de una persona en una jornada. A la hora de recoger el fruto, las comportas en los lomos de los animales mulares que accedían por las estrechas sendas, llevaban la “carga” de uva ( unos 184 kg entre las dos) hasta los lagares de piedra y los cubos de las cuevas o bodegas. Tras la fermentación del mosto, el pisado y el trujalado eran las siguientes labores hasta la primera trasmuda; separándose los suelos y heces del vino, que se depositaba en las cubas de los calados para ser posteriormente “aforados” por la autoridad municipal. Meses más tarde los “arrieros” llevaban en sus pellejos los vinos a las poblaciones que reclamaban bebida para sus tabernas. Un ciclo de trabajos anual que en muchas ocasiones se remataba forzadamente para la venta y posibilitar las cubas para la nueva cosecha.

Este esquema vitivinícola se venía cumplimentando a lo largo de varios siglos, siendo a finales del XVIII cuando la superproducción y la poca perdurabilidad del vino encendieron las alarmas de las personas más eruditas. Entre ellas el fabulista Samaniego, la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, el Diputado Valentín Verástegui…junto con las experiencias del clérigo Manuel Esteban Quintano en el XVIII y del Marqués de Murrieta en mitad del XIX, reflejan una necesidad de innovación en el vino riojano. A ello contribuyen las fuertes heladas y el ataque de oídium en 1855 o el inicio al siguiente año del proyecto de ferrocarril Tudela-Bilbao, que abre un nuevo panorama de mercados a los que hay que adecuar la perfecta conservación de los vinos para su venta y transporte.

La Diputación de Alava pone su maquinaria en marcha con ensayos y coordinación. Así el equipo formado por el Diputado General Ramón Ortiz de Zárate, el Marqués de Riscal residente en Burdeos y el Director de la Escuela Práctica de Agricultura, Eugenio Garagarza, deciden traer un “maestro de cueva” bordelés que instruya a los cosecheros alaveses en las mejores técnicas vitivinícolas. Así contratan a Jean Pineau en julio de 1862 quien residirá “en el País de los viñedos de la Provincia de Alava, llamado rioja Alavesa” y bajo las órdenes de Diputación, enseñará todos los trabajos relacionados con viñas, vinos y tonelería a los cosecheros alaveses.

Ese mismo verano de 1862 comienzan los preparativos para vinificar al estilo bordelés, utilizando cada cosechero que participe en el proyecto tres barricas con duelas de Estados Unidos, otras tres con duelas del País y una cuba de 50 cántaras. El entusiasmo y la ilusión por el proyecto se contagia entre los cosecheros, quien consideran a Pineau un auténtico mago que puede aportar solución a las continuas penurias del vino riojano. La participación en exposiciones da más solidez al proyecto, obteniendo reconocimiento y premios en Bayona y Burdeos. Para ello hay que vestir al vino con botella, corcho y etiqueta, algo totalmente desconocido en la zona; utilizando para ello la marca “Medoc Alavés”

9.-Etiqueta

El proyecto apenas dura seis años y Diputación tiene que rescindir los servicios del mago francés, porque los cosecheros deben invertir en infraestructuras (bodegas) y equipamientos (maquinaria y barricas), algo que sólo algunos ricos propietarios pueden acometer. Entre ellos el propio Marqués de Riscal, quien construye en Elciego la primera bodega de corte moderno para alargar la vida del vino en las barricas. Para ello manda al ingeniero Ricardo Bellsolá a tomar modelo en la propia bodega donde trabajaba Pineau, en Lanessan, en Cussac fort Medoc. Para su propio proyecto en Elciego, Don Guillermo Hurtado de Amézaga, contrata los servicios de Jean Pineau quien permanecerá en Elciego hasta su fallecimiento en 1889.

Con el Marqués de Riscal y Jean Pineau comienza en Elciego la primera bodega del nuevo vino riojano: nuevo sistema de elaboración, cuidado en barricas de 14 cántaras (225 litros), clarificado y preparado en botellas de vino para el mercado, con una etiqueta que le da nombre al producto. Por este motivo Marqués de Riscal es la única bodega de vino riojano que guarda en sus calados vinos desde 1862 hasta nuestros días. 152 cosechas ininterrumpidas de vino riojano, toda su historia.

Con Jean Pineau comienzan en el vino riojano las grandes innovaciones que aún hoy en día conservamos:

  • En la viticultura se comienza a plantar las vides alineadas en hilera o renque, para utilizar la tracción animal en los trabajos, se utilizan estacas en las plantas para elevarlas más del suelo, se mejoran y perfeccionan la poda, se emplean sulfatos, azufres y abonos para la mejora…..
  • En la vinificación se emplea el despalillado, las fermentaciones regulares y controladas, la utilización de barricas para la perdurabilidad, las trasiegas continuas, la clarificación con claras de huevo, ….
  • Con Pineau comienza la tonelería en la zona, comenzando con la primera escuela taller en Laguardia en 1864 y continuando con el taller de tonelería en la bodega del Riscal a partir de 1868
  • Con el proyecto “Medoc Alavés” y el posterior de la bodega Marqués de Riscal, el vino pasa de ser un producto genérico a ser presentado con una garantía sellada y etiquetada para hacerlo llegar así al consumidor.

 

 

LAS YEMAS DE ELCIEGO Y LOS CANNELÉS BORDELAIS

Cussacen egon ginenean Brun familiakoek gozarian gozoki berezi batzuk eskeini zizkiguten, cannelés bordelaise izenekoa eta gainera haiek egindakoa. Azaldu ziguten nola egiten diren eta nola gozoki horiek bat datoz ardoaren kulturarekin. Laister pentsatu genuen gauza berbera sortu zela gure herrian, Pérez gozotegian.

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En la reciente visita que hicimos a Cussac, tras la agradable acogida que nos hizo la familia Brun en su Chateau de Lauga, sin olvidar el agradable e inolvidable trago de cognac que nos obsequiaron de víspera a José Luis Gallego, José Angel Gómez y al que esto sucribe, nos ofrecieron un suculento desayuno. Entre todas las bondades de la mesa, había una que la mujer de Christian Brun nos había preparado con todo el cariño: los canelés . Nos explicó la tradición en la zona de este dulce y su ligazón con la cultura vinícola.  Enseguida tomamos el paralelo en Elciego y en nuestra zona: las yemas.

Tras la venida de Jean Pineau a nuestra zona y cuando se estableció definitivamente en las bodegas del Marqués de Riscal, el empleo de la clara de los huevos para el filtrado de los vinos. El pastelero local, Adrián Pérez, vio en el aprovechamiento de esas yemas de los huevos utilizados en las bodegas una buena salida para su negocio de la pastelería. Así fueron tomando fama en la zona las yemas de Adrián Pérez.

 

 

Adrian Pérez membrete

 

 

Julián Pérez Mena, yemas

 

 

 

Los canelés bordeleses son bastante distintos a las yemas riojanas; pero la base sigue siendo la yema y el azúcar, aparte de un molde muy característico. Pedimos a Madame Brun la receta y nos dejó fotografiarla.

Tenemos en estos pasteles una contribución más a este hermanamiento que estamos trabajando entre Elciego y Cussac fort Medoc.

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1903 el profesor californiano Alwod visita Elciego – Marqués de Riscal

 

 

 

 

Marqués de Riscal eta Pineauk Eltziegon egindako hobekuntzak ezagunak eta aztergarriak ziren mundu osoan.

Alwod en Elciego

 

Las innovaciones vitivinícolas en el vino riojano que el Marqués de Riscal con su maestro de cueva Jean Pineau realizaron a finales del XIX fueron adquiriendo fama tanto en el estado como a nivel mundial. El profesor californiano Alwod visitó personalmente Elciego y en esta foto de 1903 le vemos en el término de «Las Llecas» visitando una nueva plantación con estacas para tutorizar las vides. Aún hoy en día son reconocibles los olivos al final de la finca, aunque ésta dividida en varias propiedades.

 

Antiguas tijeras de podar. Mitad siglo XX

Aintzinean mahastiak inausketa egiteko igitaia moduko bat erabiltzen zen. Poda egiteko guraiseak, Pedronik egin zuen Marqués de Riscal upeltegian Pineauren bidez. Benetako iraultza bat zen

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La introducción de las tijeras de podar en la zona riojana a través de Pedroni en la bodega del Marqués de Riscal y bajo las enseñanzas del maestro de cueva Jean Pineau, supuso una auténtica revolución en la práctica de la poda. Hasta entonces una especie de hoz o corquete alargado era la herramienta que con un golpe se cortaba el sarmiento de la cepa madre. En algunos lugares cercanos a esta antigua herramienta también se le denominaba podón. El uso de la tijera supuso un corte más limpio, menos agresivo a la cepa y una perfección en la tarea; empleando menos fuerza ya que ésta se controlaba con las dos manos a través de los brazos de la herramienta.

Para el transporte de la tijera con sus pequeños accesorios ( llave de tensar el tornillo y piedra de afilar) se hacían unas bolsas de tela fuerte o incluso de cuero, con una tira con su hebilla para poder adaptarla al cuerpo y así transportarla con más facilidad y seguridad. Incluso, aunque la bolsa de transporte fuera realizada en casa, se le dotaba de un cierre o broche, para que la herramienta no se moviera y fuera más asegurada en la bolsa.Imagen

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Los cuidados de la herramienta iban más allá de un transporte y uso correcto. Por una parte estaba la protección de las hojas de corte, que con un cuidadoso trapo y una cuerda, se les protegía para el transporte en la bolsa y para el mantenimiento del metal. Por otra parte estaba el afilado permanente, que se realizaba con una piedra de cierta dureza (que solía ser un buen canto rodado del río). Finalmente una llave especial templaba de vez en cuando el tornillo central, el eje, para que el corte fuera correcto al presionar los brazos de la herramienta.

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La introducción de las tijeras de podar en la viticultura riojana

Ahora que las nuevas máquinas con batería eléctrica para la poda de las vides nos van arrinconando las clásicas tijeras de podar, es bueno recordar un poco la evolución de las distintas herramientas para la poda que hemos tenido.

Con motivo de la visita a Cussac y de la especial atención que con nosotros ha tenido Christian Brun (tataranieto de Pineau), éste nos ha ilustrado en la viticultura tal y como lo hacían sus antepasados. En su bodega de http://www.lauga.com/ http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=6opcVfLsISw nos enseñó las herramientas que sus antepasados utilizaban para los distintos trabajos de la vitivinicultura.

De una manera particular nos ilustró sobre la poda. Nos enseñó las herramientas más antiguas que utilizaban para la poda que eran éstas:

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En los papeles antiguos de Elciego, hemos comentado en alguna ocasión, la utilización de una especie de hoz o de corquete especial para el trabajo de la poda. Es posible que estas herramientas fueran similares a las que utilizaban nuestros antepasados, por no decir las mismas.

También hemos comentado que con las aportaciones de Jean Pineau a la vitivinicultura riojana se trajeron nuevas herramientas y nuevos métodos de cultivo de la zona francesa. Una de estas aportaciones fue el utillaje para la poda. De esta misma época, y bajo los deseos de mejoras e innovaciones de la bodega del Marqués de Riscal, trajeron a un tal Pedroni para la utilización de una  nueva herramienta: las tijeras. No hemos tenido una idea exacta de cómo eran las tijeras que Pedroni trajo a Elciego, más bien hemos pensado que serían parecidas a las que posteriormente se han utilizado de brazos largos; pero tras las enseñanzas y los materiales que Christian Brun conserva en su bodega, es muy posible que estas tijeras fueran las más primitivas que se utilizaron y que tuvieran que ver algo con la aportación de Pedroni en Elciego.

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Christian Brun no sólo se conformó con enseñarnos esta herramienta antigua, sino que nos acercó a la viña y nos hizo una demostración de cómo se realiza la poda con esas tijeras . Como un buen documento aportamos la grabación que hicimos a este blog. Los comentarios, como buen testigo que fue José Luis Gallego «Caracol», también quedan reflejados en este estupendo documento

http://www.youtube.com/watch?v=H91k3T7gL2I

Jean Pineau Seguin, el otro hijo de Jean Pineau

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Hasta ahora no habíamos hecho referencia al otro hijo de Jean Pineau, a Jean Pineau Seguin. El que se quedó en Cussac, cuando el gran maestro de cueva vino para quedarse en la Rioja Alavesa. Siempre habíamos hecho referencia a Carlos, el tonelero que vino a Elciego de joven con su padre y matrimonió con Margarita Ruiz de Escudero. Carlos falleció en Elciego en 1887 y allí está enterrado en el panteón familiar.

De este otro hijo hemos recabado información y documentación cuando hemos estado en Cussac en febrero de 2014. Un tataranieto de Jean Pineau nos facilitó el retrato que reproducimos y nos habló del buen recuerdo que dejó como alcalde de Cussac. Otra documentación curiosa nos facilitó el familiar: el pequeño discurso que un vecino del pueblo dijo ante la tumba, antes de enterrarlo. Nos proporcionó la octavilla donde está escrito esta pequeña despedida y José Angel Gómez, nuestro bibliotecario y en este caso traductor, nos lo ha traspasado al castellano.

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DISCURSO A JEAN PINEAU SEGUIN

«Antes de que se cierre esta tumba, vengo a dar un último y emotivo adiós al que, durante largos años fue, primero adjunto y luego alcalde de este Municipio de Cussac.

Veremos todavía viva esta silueta familiar que animaba, hace poco tiempo, con paso vivo a través de caminos, campos y senderos en  todas direcciones, recorridos innumerables veces para el interés de algunos y para el bien de todos.

La honestidad y el honor han sido los principios sobre los cuales se han apuntalado eternamente su vida privada y su vida municipal. Una bondad muy grande e indiscutible se añadía a estas primeras cualidades y si a veces se ha podido reprochar, al querido desaparecido, algunos matices de debilidad, era siempre esta bondad la que fue, en estás circunstancias, su única consejera.

No creo que la población de Cussac desautorice al consejo municipal por haberle asociado dolorosamente en el  homenaje de sus remordimientos las flores que, encima de la  tumba de nuestro alcalde-amigo, forman una efímera aureola.

Estas flores apenas sobrevivirán al final de su misión que está, aquí abajo, cumplida pero el nos habrá dejado la lección del honor.»

Elciego, 31 de Mayo de 1889.- Esquela de Jean Pineau

Cussac herrian egon ginenean, otsailak 14an, Pineau familiaren bilobaren biloba batek kokumento berezi hau erakutsi zigun.

Esquela Juan Pineau

Cuando este mes de febrero de 2014, días 14 y 15, estuvimos en Cussac, uno de los tataranietos que acudió al acto, nos proporcionó este fabuloso documento. Hasta ahora desconocido para nosotros. Se enteró por la prensa que un grupo de Elciego acudía a Cussac trabajando un hermanamiento entre los dos municipios bajo la sombra del Jean Pineau. Acudió gozoso a nuestro encuentro y nos facilitó una documentación sobre su antepasado, que poco a poco iremos colocando en el blog

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Elciego – Cussac fort Medoc 2014

Hau da Cussacen egindako hitzaldia 2014ko otsailaren 14an. Jean Pineauren historioa, Araba Errioxako ardo modernoaren historioa. Bi herri harremanetan, bi herri ardo historia batekin lotuta

Ésta es la exposición que se colocó en la charla sobre la figura de Jean Pineau. La traducción al francés, aquí en las diapositivas, es de José Angel Gómez, quien también hizo de intérprete y de traductor en la propia exposición

 

 

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