La Comisión Vascongada de 1894

Ramírez de Olano senidei eskerrak nahi diegu eman honelako dokumentua errezteagatik.

1894 Comisión Vascongada

Queremos agradecer a la familia Ramírez de Olano el facilitarnos este estupendo documento gráfico que aumenta y enriquece el patrimonio cultural de nuestro pueblo.
A principios de 1894 una denominada “Comisión Vascongada”, integrada por las tres Diputaciones Forales, se desplazó a Madrid a negociar el Concierto Económico que se plasmó en el Real Decreto de 1 de Febrero de este mismo año. Y en esa Comisión tomó parte un hijo de Elciego: Don Eliodoro Ramírez Sáenz de Olano, nacido en Elciego el 3 de Julio de 1851, donde se casó  en 1881 con Emiliana Bañares y  pasó a residir en Vitoria, para ocupar el cargo de Secretario de la Diputación Foral de Alava, en 1883.
Esta foto oficial fue realizada por Fernando Debas, fotógrafo oficial de la monarquía de Alfonso XII, la reina regente María Cristina y posteriormente con Alfonso XIII. La oficina, tal y como se detalla en el documento, la tenía en la calle Alcalá nº 31; e indicaba como gran novedad en la época: “Hay ascensor”. Parece ser que el documento fotográfico fue un regalo que las propias Diputaciones hicieron a los integrantes de esta Comisión .

1894 cuadro
El impresionante marco que embellece y resalta este documento gráfico tiene un remate superior con los escudos de las tres Diputaciones y una inscripción “Irurac bat” recalcando la unidad de los tres territorios históricos.

1894 cuadro cabecera

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Empezando por la izquierda y sentados tenemos a:
• Juan José Elorza (Vicepresidente de la Diputación de Guipúzcoa)
• Cosme Palacio (Vicepresidente de la Diputación de Vizcaya)
• Juan Cano (Presidente de la Diputación de Alava)
• José María Arteche (Presidente de la Diputación de Vizcaya)
• Ramón María Lili (Presidente de la Diputación de Guipúzcoa)
• Benito Guinea (Vicepresidente de la Comisión de la Diputación de Alava)

De pie y de izquierda a derecha:
• Eliodoro Ramírez Olano (Secretario de la Diputación de Alava)
• José Epalza (Diputado Provincial de Vizcaya)
• Justino Iradier (Diputado Provincial de Alava)
• José Machimbarrena (Diputado Provincial de Guipúzcoa)
• Leonardo Monna (Diputado Provincial de Guipúzcoa)
• Fernando Olascoaga (Diputado Provincial de Vizcaya)
• Bernardo Unda (Contador de la Diputación de Vizcaya)

 

El Padre ANDRES MERINO DE JESUCRISTO Sch. P. (1730-1787)

Blog honetan ezin da falta Andres Merino Aitari buruzko aipaketa bat baino gehiago. Ziekon jaioa, ospa handikoa da letreen arloetan eta Unibersitateko irakaskuntzan; bere liburuak erabiltzen dira oraindik.

AndresMerino

Si en este blog sobre aspectos históricos y culturales de Elciego no se recogiera la figura inagotable del P. Merino, tendría una asignatura pendiente con un importantísimo personaje de las letras del s. XVIII nacido en nuestra villa. Numerosos son los trabajos de especialistas que han hablado y alabado la figura de este personaje tan olvidado en nuestro pueblo. A través de este blog queremos divulgar el recuerdo de su figura, aproximar a nuestros lectores los distintos materiales que ha dejado en bibliotecas e impulsar el conocimiento de su gran labor a todas las personas relacionadas e interesadas por Elciego.

Uno de los trabajos más especializados sobre la figura del Padre Andrés Merino es el de nuestro convecino el catedrático Emilio Palacios Fernández.

www.escolapiostd.es/Documentos/Documentos/PAndresMerino.doc

En las universidades americanas sigue aún estando como uno de los mejores referentes en paleografía y letras antiguas, lo que ha originado y origina muchísimas referencias y pequeños estudios sobre este personaje.

Partida bautismo

 

Manuel Antonio Merino Irigoyen nació en Elciego en los últimos días del año de 1730, bautizándolo en la iglesia parroquial el 31 de diciembre Don José López de Bérriz. Estos apellidos no eran de familias asentadas en el pueblo, por lo que nos lleva a la conclusión que estuvieron en nuestro pueblo en trabajos temporeros o circunstanciales. Seguramente estuvieron trabajando para los Ramírez de la Piscina ( en aquellos años simultaneaban Ramírez de la Piscina con Ramírez de la Peciña) puesto que el padrino de bautismo fue Juan José Antonio Ramírez de la Peciña, uno de los mayores hacendados del XVIII en nuestro pueblo. No tenemos ningún dato al respecto de la familia Merino ni tampoco hasta cuándo estuvieron residiendo en Elciego. Muy probablemente el pequeño Manuel Antonio vivió su infancia correteando por nuestras calles y rincones, teniendo aquí sus primeros contactos con las letras. Parece ser que en torno a 1738 la familia pasó a vivir a Valencia, donde entró en relación con los Escolapios ingresando en la Orden en 1760. A partir de entonces tomó el nombre religioso de Padre Andrés Merino de Jesucristo Sch. P. (Scholarum Piarum – De las Escuelas Pías). Ejerció de profesor en varios colegios de los Escolapios y Carlos III le asignó una pensión de 30.000 reales para que pudiera publicar los resultados de sus investigaciones. Falleció en Valencia en 1787. El Padre Andrés Merino figura en el Catálogo de Autoridades de la Academia de la Lengua

http://catalogo.bne.es/uhtbin/authoritybrowse.cgi?action=display&authority_id=XX909582&index=LCNAME&lang=es

El P. Merino se dedicó a cultivar la enseñanza de las letras dejando un legado importantísimo. Llegó más allá de la docencia, publicando antologías de autores clásicos, gramáticas, diccionarios, multitud de dibujos y grabados….siendo su “Escuela Paleográfica o de leer letras antiguas desde la entrada de los Godos en España hasta nuestros tiempos”  (Madrid 1780) un referente mundial en este arte, que aún se sigue utilizando en las universidades.

La Muger FelizTomo primeroTercer tomoSEgundo tomo

 

En esta ocasión traemos al blog el libro “La mujer feliz, dependiente del mundo y la fortuna” (1786) que el P. Merino escribió bajo el seudónimo de “El Filósofo Incógnito”.

 

Prologo Prologo1

 

 

Prologo2Tras la publicación de esta entrada en el blog, una persona nos ha hecho llegar este comentario sobre «La Muger Feliz». Lo consideramos tan acertado  que creemos que hay que incluirlo  como una interesante aportación a nuestro blog. Por eso lo insertamos en este mismo apartado. La persona firma con las iniciales C.I.B.

«Hacia mediados del S.XVIII, una minoría culta (formada por nobles, funcionarios, una nueva e incipiente burguesía mercantilista, y un clero reformador y con un sentido más científico que espiritual) comienza a considerar que, el país y la sociedad, necesita una serie de reformas.Pese al tradicionalismo social que caracterizaba a estas élites, se hacen más permeables a las ideas imperantes en países vecinos como Francia y al espíritu crítico y científico de la ilustración.

Dejando al margen las reformas de carácter político y económico, podemos considerar que una de las reformas más características y clave de este momento, fue sin duda, la educativa.La sociedad debía educarse y tener un nivel cultural “aceptable”. Esta idea, basada en la máxima de la Ilustración de que la felicidad reside en el conocimiento, es la que origina que exista un auge de las publicaciones de tipo pedagógico y doctrinal en este momento.Este espíritu ilustrador provoca que incluso, el papel de la mujer dentro de la sociedad, cambie por completo.

El papel de la mujer pasa a ser objeto de debate dentro de esas ideas reformistas y pedagógicas. Se la empieza a considerar como alguien necesario dentro de la sociedad. Las mujeres son educadas igual que los hombres pese a las reticencias de una sociedad conservadora. Surge un amplio catálogo de literatura dirigida a las mujeres, mucha de ella, con de carácter doctrinal.En este marco es donde debemos situar la obra del Padre Merino “La mujer feliz dependiente del mundo y la fortuna”

El Padre Merino propone en ella una lectura algo más conservadora que otros autores de la época pero, aun así deja traslucir en todo el texto (una narración alegórica de tipo pedagógico) su preocupación por educar al público femenino a la que va dirigida.

Esta publicación ve la luz, por primera vez, en 1786 y lo hace dividida en tres volúmenes. Pese a todo, parece ser que gozó de cierto éxito ya que se publicó en otras dos ocasiones, siendo la última en 1805, con correcciones y ampliaciones a la original. Aparece publicada bajo seudónimo “El filósofo Incógnito” por, tal y como sostiene Emilio Palacios, una preocupación en ocultar su identidad ya que el género que aborda, el propio carácter y público al que estaba dirigida la obra, está ligeramente desprestigiado en los círculos intelectuales en los que se movió nuestro personaje.Aun así no hubo problemas para reconocer la autoría que se escondía tras ese sugerente seudónimo.

Esta obra surge como una especie de réplica a otra publicada poco tiempo antes: “El hombre feliz independiente del mundo y de la fortuna” del, también sacerdote, Teodoro de Almeida. Parece ser que el Padre Merino, tras leer la anterior, no estaba de acuerdo en ciertos aspectos de la misma y decide escribir su texto modificando y corrigiendo aquello que no le agradaba y, de paso, mostrar la felicidad que se puede alcanzar en la sociedad e instruir a las mujeres,  las cuales con su virtud, discreción y ejemplo,  son las que más pueden contribuir a la noble educación de los hijos y al arreglo decoroso de las familias.

Existe, por lo tanto, una preocupación pedagógica que pretende inculcar y oriental el sentido moral (y católico) de las mujeres, pilar básico de la familia.

Pese a lo original de la misma, comprobamos similitudes con la de Almeida. El personaje retoma la historia donde concluye la del portugués;  aunque, en este caso el Padre Merino, coloca a una mujer en el centro de toda la trama y transforma el título donde deja perfectamente claras las intenciones y la crítica básica a la obra de Almeida: ni el hombre ni la mujer pueden ser independientes de la fortuna (destino) que, claramente, asocia al concepto de divina providencia. El destino no lo forjan las personas, el destino lo proporciona la divinidad y, nosotros, somos dependientes del mismo. En el prólogo, original del propio autor, hace una crítica más extensa a la obra portuguesa e indica sus fallos historiográficos y cronológicos, mostrando así un profundo conocimiento de esta materia.

La novela cuenta la historia de Sofronia, Condesa de Moravia, viuda, y conocida comúnmente con el nombre de “muger feliz” y los acontecimientos que ocurrieron en su casa de Olmutz, durante el tiempo que como Peregrina desconocida se hospedó en ella, la Princesa Sofía, emperatriz que fue de Constantinopla. Estructura el relato como una especie de novelización de las memorias de Sofronia, recurso que logra dar mayor veracidad al relato.»  C.I.B.

 

 

DON JOAQUIN GONZALEZ GALLARZA

Joaquín Gonzalez Gallarza militar ospetsua izan zen. Gure herriko ilerrian lurperatuta dago eta jendearen gogoetan ere bai. Apurka apurka bere biziko ekintzak , lorpenak, abenturak eta gure herriko loturak idatzi nahi ditugu. Laguntza eman ahal diguzu, eskerrak ematen dizkizugu.

En un blog que trate temas históricos de Elciego no puede pasar desapercibida la figura de Don Joaquín González Gallarza. No nacido en Elciego, pero hijo adoptivo oficial y que siempre tuvo a nuestro pueblo como su lugar, su rincón, «su pueblo» en definitiva en las salas militares del Alto Estado Mayor. Hay temas sobre los que es necesario dejar pasar el tiempo y éste es uno de ellos. Creemos que estos cincuenta años de su fallecimiento es tiempo suficiente para no escarbar en heridas, reconocer los méritos de cada persona y no dejar que muera en el olvido una persona que tanta influencia ha tenido en Elciego en el siglo XX.

Nos comprometemos a trazar una biografía que vaya más allá del recuerdo de nuestros mayores en su época de mili y de la expansión urbana del pueblo más importante del siglo XX. Comenzamos hoy con este recuerdo que una pariente lejana, pero cercana en el trato, María González Sáenz de Navarrete, nos ha dejado de la figura de Don Joaquín: su recordatorio de fallecimiento.

D. Eugenio García Acha

Don Eugenio García Acha es un personaje importante en Elciego a finales del XIX y principios del XX. Militar nacido el 8-09-1862 en tierras leridanas (Sort) pero con orígenes en nuestras tierras, su padre Braulio García natural de Tricio y su madre Daniela Acha, natural de Laguardia. Ingresa en el ejército el 06-09-78 a los 16 años de edad. Teniendo el cargo de Teniente Ayudante de la Plana Mayor del Quinto Batallón de Artillería de a pie de Pamplona, contrae matrimonio en Elciego el 25-01-1889 con María del Pilar Ramírez de la Peciña Gil; oficiando la ceremonia el Rector del Seminario Episcopal de Pamplona, Pedro Velasco. María del Pilar Ramírez de la Peciña Gil era la única heredera de Don Genaro Ramírez de la Peciña Martínez de Sarasa, importante terrateniente local con posesiones en Elciego y en Navarra.

Don Eugenio García Acha, sin abandonar su carrera militar, de la que se retira con el grado de General, toma interés por las riendas de la Hacienda familiar de su esposa. Recoge el interés de su suegro por las elaboraciones del vino fino de Rioja, quien participó con Jean Pineau en algunos experimentos,  y a principios del siglo XX, comercializó su propia producción con su marca registrada propia, incluyendo en la etiqueta el anagrama de artillería.

Su participación en la vida social del pueblo fue importante y el patrimonio arquitectónico de la familia es uno de los mejores legados históricos de nuestro pueblo.

Traemos aquí un artículo escrito por él mismo el 8 de agosto de 1901 sobre una cacería en ell alto de Herrera. Texto proporcionado por una de sus biznietas, Rocío García Zúñiga

http://www.todocoleccion.net/un-dia-herrera-rioja-alavesa-caza–eugenio-garcia-acha-1901~x27433705#sobre_el_lote

1771 LA FELICITACIÓN NAVIDEÑA DE D. JOSÉ RUIZ DE UBAGO Y BUSTO

En estas fechas navideñas, en que enviarnos felicitaciones y tarjetas es una costumbre entre nosotros, nos ha parecido oportuno traer este detalle navideño de 1771.  Don José Ruiz de Ubago Busto, el Fiscal del Reino que siempre tuvo presente a su pueblo, envía desde Sevilla al Cabildo de la Parroquia de San Andrés una felicitación navideña con el siguiente texto:

 

«Muy Ilustre Señor:

Muy señor mío, previene a vuestra señoría mi atención el anuncio de la próxima festiviad de Pascuas del Nacimiento de Nuestro Redentor, deseando las logre vuestra señoría muy felices y colmadas de verdadera satisfacción cuyo motivo repito mi obediencia y rendimiento para cuanto se sirviere vuestrra señoría ordenarme de su agrado, cuya vida ruego a Dios, que en su mayor grandeza merece.

Sevilla y Diciembre 15 de 1771

José Ruiz de Ubago y Busto

 

Sres Presidente y Cabildo Eclesiástico de Elciego. «

La Familia Ruiz de Ubago

LA FAMILIA RUIZ DE UBAGO

4 siglos con protagonismo en la vida de Elciego

 

            Una de las familias que más  continuidad y relevancia ha tenido en la vida social, política y económica desde que Elciego llegó a su mayoría de edad en 1583 hasta mediados del XIX , fue la de los Ruiz de Ubago.  Su intensa y diversa actividad en la gestión de los poderes durante estas casi cuatro centurias, aporta datos para elaborar trabajos extensos e interesantes sobre el pasado de nuestra villa. Intentaremos con estas líneas esbozar unas pinceladas que nos muestren los rasgos más significativos de esta peculiar estirpe.

1583.-Elciego obtiene el título de Villa

 

            A mediados del XVI, una de las familias más relevantes y con presencia en los puestos de representación en la Villa y Tierra de Laguardia era la de los Sáenz Navarro. Juan Sáenz Navarro, hombre con prestigio y con diversos cargos públicos, fue uno de los protagonistas de la tramitación de la Carta Ejecutoria y uno de los recaudadores del dinero necesario para pagar dicho título. El apoyo lo tuvo en su yerno, Vicente Ruiz de Ubago, quien posteriormente sería el primer Alcalde de la Villa en 1583.

            Los Sáenz Navarro y los Ruiz de Ubago eran poseedores de casas y  abundantes tierras en toda la ladera sureste hacia el río Mayor de la aldea de El Ciego, situada en la colina con su ermita, en torno a lo que hoy es la plaza. Es muy posible que la ubicación de la parroquia de San Andrés en un lugar tan desnivelado y sorteando un cauce de agua, fuera decisión de estas familias pudientes, al erigir el fastuoso santuario en sus terrenos y colindante a sus viviendas. No rechazamos la posibilidad de que en el terreno donde se levantó la Parroquia hubiera una antigua ermita (la del barrio de abajo).

 
 
 

 

(Carta de Hidalguía.- Documento cedido por la familia Diez Caballero)

Origen de los Ruiz de Ubago y la Carta  de Hidalguía

 

            Los Ubagos estaban asentados en varias poblaciones de la zona: Santo Domingo de la Calzada, Laguardia, Cenicero, Samaniego, Leza, San Román de la Sierra…… Gonzalo Ruiz de Ubago, nacido en Cenicero, fija su residencia en la aldea del Ciego en la primera mitad del siglo XVI tras matrimoniar con María González de Samaniego. Fruto de este casamiento nacerá Pedro Ruiz de Ubago quien enlazará con Gracia Sáenz de Samaniego, siendo uno de los más ricos y hacendados de la aldea en toda la mitad del siglo XVI.

            Sucesor del clan tenemos a  Vicente Ruiz de Ugabo Sáenz de Samaniego, quien tras participar con su suegro en la enajenación de la aldea del Ciego de la villa de Laguardia , pleitea en 1585 enValladolid contra el Concejo de la reciente villa para obtener la carta de Hidalguía, perteneciendo así al estado de los hijosdalgos y consiguiendo los privilegios y exenciones tributarias. En dicho documento. Diversos testigos reconocen a Vicente como poseedor “ de unas casas en la dicha villa del Ciego, de las principales de ella, tierras de pan lleva, viñas en mucha cantidad de manera que siempre había sido de los ricos y hacendados de la dicha villa” .

Enlaces Familiares

 

            La continuidad del clan de los Ruiz de Ubago a través de los siglos posteriores va a estar muy consolidada y definida. Su papel protagonista, de gestores de un importante patrimonio y controladores de poderes religiosos y civiles, tanto de la villa como de poblaciones limítrofes, lleva a las distintas generaciones a políticas matrimoniales con las familias más relevantes en cada siglo.

            En el s. XVII les vemos emparentados con los Sáenz Navarro, Navarrete Ladrón de Guevara, Jiménez, Mendiluce, Martínez Heras,  Caicedo, Martínez de la Peciña, Sáenz de Olano, Sáenz de Navarrete, Martínez de Olano, …..

            En el s. XVIII la influencia de la familia se traslada en parte a Logroño con Vicente Ruiz de Ubago Navarrete Ladrón de Guevara, emparentando con los Maridueñas. Se trasladan nuevamente a  Elciego tras contraer matrimonio con la familia Busto, de Viana. Durante este siglo emparentan con los Ibáñez de Medrano,  Maridueñas, Sánchez Samaniego, Ramírez de la Peciña, Sañudo, Baquedano (Marqués de Fuertegollano) …..

            Con los hijos de Vicente Ruiz de Ubago Navarrete, residente en Logroño, la familia fortalece  su presencia en tres poblaciones de la zona alavesa: Vicente Ruiz de Ubago Maridueñas continúa la saga en Elciego, Francisco traslada su residencia a Lapuebla de Labarca y Tomás lo hace en Baños de Ebro.

            En el XIX los descendientes de los matrimonios anteriores  ramificarán la familia y harán que el apellido se vaya eclipsando por transmisión femenina en Elciego y continúe en las otras poblaciones: Lapuebla de Labarca y  Baños de Ebro. En nuestra villa emparentan con los Diez Caballero, Medrano, Lamaza,….. y con el organista Crespo. Curiosamente el ramo de Lapuebla de Labarca matrimonia con la hija de Juan Monturus ( el organero galo que construyó el órgano actual de la Parroquia de San Andrés)

El Mayorazgo

 

            La unión de las tierras y edificios en una única herencia que se transmite por vía de varón primogénito ha sido una fórmula utilizada por las familias propietarias en nuestra zona desde el siglo XVII hasta mediados del s. XIX. La fórmula del Mayorazgo, ha sido procedimiento válido de las familias pudientes para el mantenimiento del patrimonio y transmisión de la propiedad de la tierra en pocas manos.

            El Mayorazgo de los Ruiz de Ubago fue uno de los más antiguos de la villa, posiblemente el más nutrido, y el que más protagonismo ha tenido en el pasado y presente de Elciego.

            En 1594 se funda el Mayorazgo de los Sáenz Navarro. Posteriormente, en 1673, Vicente Ruiz de Ubago Sáenz Navarro, toma posesión de dicho Mayorazgo por ser el nieto mayor.

 

 

(Firma de Francisco Ruiz de Ubago Navarrete)

 

            En 1693, Francisco Ruiz de Ubago Navarrete Ladrón de Guevara, uno de los clérigos más influyentes en nuestra parroquia y como beneficiado de ella, fundó un Mayorazgo, que sería el inicio del Mayorazgo de los Ruiz de Ubago, pasándoselo ese mismo año a su hermano Vicente. En las cláusulas testamentarias, aparte de la obligación de misas, novenas y rezos pagados por las almas de distintos familiares, se obliga a costear los estudios de los poseedores del Mayorazgo, así como la carrera de Armas  y en otras ciencias  a dos estudiantes de la familia para profundizar en la gramática y en la Universidad. Si algún descendendiente quisiera realizar estudios eclesiásticos, se pagarían con una cantidad fija destinada y contemplada para tal fin. Transmite también su voluntad de que en la ermita de la Virgen de la Plaza se funde un convento de monjas Brígidas, “por el cariño que le tiene a dicha congregación.”

            En 1711 Vicente Ruiz de Ubago y Navarrete Ladrón de Guevara hereda de su padre los títulos de regidor perpetuo de la ciudad de Logroño y alférez mayor de Elciego. Une los dos mayorazgos, el de los Sáenz Navarro y el fundado por su hermano Francisco. La tenuta de los dos mayorazgos unidos y las reclamaciones de los parientes por la posesión uno de ellos, va a ser uno de los desencadenantes de conflictos y pleitos entre los sucesores de la familia de los Ubagos.

            Hacia 1720 toma posesión del Mayorazgo Vicente Ruiz de Ubago Maridueñas, hijo del anterior, no sin tener antes polémica y pleiteos con sus hermanos porque no era el primogénito. Le acusaron de desfalcos y de utilizar dineros con fines personales y militares. Para conseguir la titularidad de los mismos, debe pedir justicia porque ejerce el oficio de Alcalde.

            En 1751 el Mayorazgo pasa a manos de Vicente Ruiz de Ubago Busto, a pesar de no ser el primogénito, quien lo mantiene hasta 1783 habiendo añadido antes a su patrimonio personal otras heredades venidas por diversos ramos.

            En 1788 se hace cargo del patrimonio familiar Josef Ruiz de Ubago Busto, hermano del anterior y primogénito, formado en el prestigioso colegio de élite de Santa Cruz de Valladolid, trasladándose posteriormente a la Villa y Corte madrileña. Llegó a pertenecer al Consejo de Su Magestad y ser Fiscal de la Casa y Corte. Persona importante en la Corte Real, siempre interesado por su pueblo natal,  al que se retiró al final de su vida, gozando del Mayorazgo apenas durante 58 días.  Sus bienes lo administraban sus sobrinos, principalmente Antonio Ibáñez Ruiz de Ubago, clérigo de ración entera en la Iglesia de Elciego. Josef Ruiz de Ubago era persona célibe y entregada a los estudios. Fue el que hizo colocar el escudo papal en la entrada principal de las casas del Mayorazgo (actualmente C/ Concepción, 7), cuyo denominado “gabinete de D. José” estaba en uno de los laterales de la entrada. A su fallecimiento el Mayorazgo queda vacante y se suscitan pleitos por la sucesión.

 

 

(1771 felicitación navideña de José Ruiz de Ubago Busto al Cabildo de Elciego)

 Juan Antonio Ruiz de Ubago, primo del anterior, no nacido en la villa, enfermo e impedido a lo largo de toda su vida y con residencia en Málaga por motivos de salud, consigue la titularidad del Mayorazgo.  Durante su estancia en la capital andaluza, deja los poderes a sus hermanos Joaquín, clérigo Arcediano en Logroño y a Francisco Javier, residente en Nájera.

            Juan Antonio regresa a Elciego hacia 1792, teniendo que enfrentarse personalmente a los malos usos y costumbres de sus parientes sobre la utilizacione de las posesiones del Mayorazgo, principalmente de las casas de la Calle Concepción. La mezcolanza y unión de las casas de los Mayorazgos de Sáenz Navarro y Ruiz de Ubago (Calle Concepción, 1, 3, 5 y 7), va a ser uno de los conflictos más dirimidos con sus parientes. Sin hijos y con litigios con la mayoría de sus parientes de Elciego, hace testamento en 1845. Toma la determinación de dividir el Mayorazgo en dos partes: una se la dejaría a su sobrino Marcial Ruiz de Ubago (residente en Lapuebla de Labarca) y la otra a Marceliana Hurtado de Amézaga, vitoriana que con otras dos hermanas, también solteras,  hacia 1820 se habían trasladado a vivir a Elciego y habían mantenido muy buena relación con el matrimonio Ruiz de Ubago- Turpín. Marceliana Hurtado de Amézaga, sin matrimonio ni descendencia, deja su herencia en 1858 a su hermano Guillermo Hurtado de Amézaga, Marqués de Riscal y residente en Burdeos. Éste es el origen de la presencia del Marqués de Riscal en Elciego. Marceliana recibe del Mayorazgo 82 fanegas de piezas para sembrar, 360 obradas de viña, el molino de Edesilla, el Cerrado, la casa de Cantón de la Concepción nº 10 y otras pequeñas heredades.

Vicente Ruiz de Ubago

 

 

 

            Muchos Vicente Ruiz de Ubago ha habido en la historia de Elciego. El nombre de Vicente es de los más utilizados entre los varones de la familia, existiendo también el de Vicenta en la versión femenina. Es muy probable que este hecho tuviera relación con el Santo de nuestra antigua ermita, ya que la familia siempre ha sido benefactora de ella.

            Podríamos hablar de los siguientes protagonistas con el nombre de Vicente:

–         Vicente Ruiz de Ubago Sáenz de Samaniego, primer Alcalde de Elciego y negociador de la Carta Ejecutoria en 1583 junto con su suegro Juan Sáenz Navarro.

–         Vicente Ruiz de Ubago Jiménez (nacido en Elciego en 1584)

–         Vicente Ruiz de Ubago Sáenz Navarro (n. en Elciego en 1619)

–         Vicente Ruiz de Ubago Navarrete (n. en Elciego en 1643) regidor perpetuo de la ciudad de Logroño y alférez mayor de Elciego

–         Vicente Ruiz de Ubago Martínez de Peciña ( matrimonia en Elciego en 1664)

–         Vicente Ruiz de Ubago Maridueñas ( nacido en Logroño), alférez de la ciudad de Logroño y posteriormente Alcalde de Elciego.

–         Vicente Manuel Josef Ruiz de Ubago Busto,(n. en Elciego en 1722) tenedor del mayorazgo

–         Vicente Ruiz de Ubago Ramírez de la Peciña (n. en Elciego en 1757)

Actividad económica de la familia:

 

            Ya hemos comentado que la familia reunía en torno al Mayorazgo una de las mejores haciendas de la Era Moderna de Elciego; por lo tanto la agricultura era una de las fuentes de ingresos de la familia: tierras de cereal, viñas, huertas, ganado, oliva, molino,…..Estas actividades demandaban personal para el trabajo continuo y eventual. Hay contratos de cava de viña y de otras actividades agrícolas con gallegos y con personal local. La elaboración de vino en sus bodegas generaba también una actividad importante. El arrendamiento de tierras constituía un importante ingreso de dinero para los distintos propietarios.

            La elaboración y venta de vino de sus viñedos de Elciego era una de las actividades productivas y comerciales. Vinificaban en sus lagares del casco histórico, descargando la uva por la C/ Bebedero y conservando los caldos en los calados debajo de la casa de la C/ Concepción 7. Posteriormente aumentaron su producción vinícola en las bodegas del barrio de Barrigüelo, donde disponían de hasta 5.000 cántaras de velez. La venta de vino a las tabernas de poblaciones limítrofes y de las provincias vascongadas, aparece a lo largo de todo el s.XVII y XVIII.

            Los censos,  como así se denominaba al préstamo de dinero, fue una de las fuentes de ingresos más reseñables de los Ruiz de Ubago. Prestaron dinero a la Iglesia para realizar reformas, a familias relevantes para compra de propiedades, a pequeñas familias para subsistencia ….eran los auténticos banqueros de la época. Su actividad hipotecaria trascendía los límites locales y vemos abundante documentación de censos dados a personas de poblaciones limítrofes. Por la cantidad de censos emitidos por la familia en el XVII y XVIII , así como por la cuantía de muchos ellos, nos lleva a la deducción de que eran uno de los prestamistas más importantes de la zona. 

            La milicia siempre ha estado presente en la familia. Varios de ellos ostentaron el cargo de Alférez Mayor de la villa de Elciego. En la cláusula testamentaria del fundador del Mayorazgo, rezaba bien claro: “haya de dar en cada un año para ayuda de estudiar a la Carrera de Milicia 250 ducados a los hijos y sucesores varones”. Posiblemente la actividad militar no generara dinero, igual al contrario al tener que dotarse de caballerías y personal auxiliar; pero dotaba de prestigio, cercanía al poder y más de una influencia que traería recompensa por otros cauces.

 

Posesiones de los Ruiz de Ugago

 

            Aparte de lo que comentaremos a grandes rasgos de las posesiones en Elciego,  fruto de los puestos relevantes que tuvieron en Logroño y los matrimonios con otras familias pudientes de la zona, tendrán importantes posesiones en Logroño y Lardero.

            En Elciego era propiedad de la familia toda la ladera Sur desde las casas del mayorazgo hasta el Río Mayor y continuando por la zona de La Vacada y los Barrancos. Las casas residenciales estaban en toda la manzana de la Calle Concepción 1-3-5 y 7 con su parte trasera hasta la calle Bebedero (donde tenían huerto, lagos, calado y otras viviendas). Pertenecían a la unión de los dos Mayorazgos: el de los Sáenz Navarro y el de los Ruiz de Ubago. Se fueron comunicando unas casas con otras, con lo que en los conflictos familiares vinieron reclamaciones de pertenecencia a una u otra titularidad.  En 1714 el matrimonio de una de las hijas con José Antonio Baquedano Rada Azpilicueta , Marqués de Fuertegollano, impulsa la construcción de un nuevo edificio adosado a los anteriores: el actual Concepción número 1, orientando su fachada principal a la calle del Barco y luciendo en ella el escudo de armas de los Ruiz de Ubago. La actual vivienda de la Calle del Barco 13  pasó a manos de uno de los mayordomos que trabajó para la familia. Las actuales casas de la Calle Concepción 4-6-8 y 10 con sus lagos y corrales, fueron construcciones posteriores encaminadas fundamentalmente al personal que trabajaba las tierras del mayorazgo y al  aumento de la producciòn de vino. La actual casa con el número 2, la de la Virgen de la Concepción, aparece en el testamento de Francisco Ruiz de Ubago en 1662. También tenían casas en la Plaza Mayor: la actual número 4 y otra en la parte opuesta de la Plaza.

 

 

(Escudo en piedra de los Ruiz de Ubago C/Concepción,1)

Lo que hasta hace poco hemos conocido como “El Cerrado” ha pertenecido al Mayorazgo desde su fundación. Allí se ejerció intensa actividad hortícola y hasta es posible que tuvieran canalizaciones particulares de agua y regadío.

            Continuando con la otra parte del Río Mayor, La Vacada, los Barrancos y El Sequero, eran tierras del Mayorazgo. La construcción de la primitiva bodega del Marqués de Riscal (1863-1868) se realizó en los terrenos provenientes del Mayorazgo.

            En el barrio de Barrigüelo tuvieron varias bodegas, aumentando la producción vinícola entre el XVII y XVIII. El covachón de Barrigüelo tenía capacidad para 5.000 cántaras y posterioremente en él se realizó parte del plan experimental en Elciego de Diputación con Pineau en 1862. En esa misma bodega inició su andadura vinícola el Marqués de Riscal (Guillermo Hurtado de Amézaga) ese mismo año de 1862 con su nuevo sistema de vinificación, hasta 1868 donde se vinificó en la nueva bodega al estilo francés diseñada por Bellsolá.

            El Molido de Desilla, o Edesilla como aparece en muchos documentos, tuvo mucha actividad bajo los Ruiz de Ubago.  Aparte de las viñas cercanas al molino, en la desembocadura del Río Mayor tenían huertas. Al lado quedaba el paso del Barco, para cruzar el  río Ebro, de titularidad municipal.

            Numerosas viñas, tierras de cereal, olivos, corrales de ganado,etc….

Presencia en el Clero

 

            La presencia de los Ruiz de Ubago en el clero también fue muy importante, como no podía ser de otra  manera. Todas las familias influyentes de la villa encauzaban a uno de sus hijos en la gestión de las almas y de los beneficios que los Diezmos y Primicias generaban en la Parroquia. El poder religioso, social y económico del clero de nuestra villa fue muy reseñable a lo largo de todo el Antiguo Régimen.

            Señalamos los clérigos Ruiz de Ubago más significativos:

–         A finales del XVI está Pedro Ruiz de Ubago, clérigo y Beneficiado de la parroquia de San Andrés de Elciego y Francisco de Ubago, clérigo en Cenicero.

–         A principios del XVII está Juan Ruiz de Ubago, clérigo y beneficiado

–         A finales del XVII es importante la gestión de la Iglesia de Elciego de Francisco Ruiz de Ubago Navarrete, fundador del Mayorazgo, presidente del Cabildo y beneficiado de ración entera.

–         De esta misma época es Manuel Francisco Navarrete Ladrón de Guevara Ruiz de Ubago, enlazado por vía materna con toda la saga de los Ubago. Alumno del colegio Santa Cruz de Valladolid llegó a Arzobispo de Burgos, dejando muchos restos de aportaciones y otros favores en nuestra villa.

–         Comenzando el XVIII tenemos a Joseph Ruiz de Ubago Maridueñas, que no es nacido en Elciego, pero la relación con la villa es notoria. Alumno del Colegio Mayor Santa Cruz de Valladolid, pasó a la Universidad de Salamanca donde ejerció en 1703 de Rector, cargo que recaía en un alumno, normalmente por poderío económico y social. Presbítero y beneficiado de ración entera en la parroquia de Elciego y Arcediano en San Pedro en la Colegial de la Redonda de Logroño.

–         Joaquín Ruiz de Ubago, Arcediano Dignidad de la Catedral de Logroño

–         Antonio Clemente Ruiz de Ubago, Arcediano de la Colegiata de la Ciudad de Logroño.

xxxxxxxx

            Estas han sido a grandes líneas la descripción de la presencia y gestión de los poderes de la familia más relevante de la Historia Moderna de Elciego. Hoy el apellido Ruiz de Ubago es un recuerdo nombrado en todos los aconteceres históricos de nuestra villa, pero desaparecido de entre nuestros vecinos. Sólo la presencia de un eslabón femenino del ramo enclavado en Lapuebla de Labarca, Encarnación Ruiz de Ubago, venida a nuestra villa al casarse con un tío carnal del que estas líneas escribe, deja una huella real de este apellido tan emblemático en la historia de Elciego.

                        Jesús Fernández Ibáñez

JEAN PINEAU, el gran padre del moderno vino riojano

JEAN PINEAU,  EL GRAN PADRE DEL MODERNO VINO RIOJANO

( BLANQUEFORT 16-05-1823   –   ELCIEGO 27-05-1889 )

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Jean Pineau fue el gran padre el vino moderno riojano. Por medio de él se introdujo en Rioja el sistema de envejecimiento o conservación del vino; toda una revolución que marcaría una nueva andadura en la elaboración, producción y comercialización. Su relación con Elciego , el lugar donde descansan sus restos, es muy estrecha.

http://www.euskonews.com/0422zbk/gaia42204es.html

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Construcción del PUENTE DE ELCIEGO sobre el río Ebro (1861-1875)

           

            Hasta la construcción de este paso entre Rioja Alavesa y Castilla,  ambas orillas tenían dos accesos para el transporte mayor: Logroño y  San Vicente de la Sonsierra. Entre estos dos enlaces, multitud de barcas comunicaban ambas orillas para el paso fundamentalmente de personas; pero que no cumplían el cometido de esta nueva época de desarrollo: transporte de caballerías, carruajes y mercancías pesadas.

            Este puente es de los de tipología de estilo francés, construidos en la segunda mitad del s XIX: aminoramiento del grosor de las pilas, elevación de los arranques de las bóvedas respecto del nivel del cauce del río, ojos entre arcadas y mayor capacidad de desagüe.

            Esta obra civil va unida al desarrollo económico de la Rioja Alavesa, especialmente al empuje que se le quiere dar a la nueva elaboración de vinos, y sobre todo a entablar un enlace de transporte moderno con el ferrocarril Tudela-Bilbao.

 

            Construcción del Puente (1861 – 1867)

 

            La barca había sido hasta esta fecha el medio de transporte entre Elciego y Cenicero. Era una barca amarrada a una maroma que transportaba  fundamentalmente personas; pero que no podía atender el paso de carruajes ni mucho menos atender la demanda que originaba la cercanía del ferrocarril Bilbao-Tudela (1856). Era una barcaza que sufría muchísimos desperfectos por la humedad, las crecidas del río, el uso……y era una herramienta no válida para la nueva época.

            El Ayuntamiento local, inmerso en una nueva época de saneo de arcas, planificación de la economía y animado por el empuje que puede tomar el tema vitivinícola, inicia la idea y el proceso de construcción de un puente de piedra que una ambas márgenes y que sea el paso adecuado para carruajes, con idea de enlazar con el ferrocarril de Bilbao-Tudela, en la estación de Cenicero.

            En un acuerdo de 1861 se decide contactar con Diputación y costear a medias la construcción del puente. D. Pantaleón Iradier, Arquitecto de Provincia, se traslada a Elciego y redacta un informe positivo sobre la ubicación del mismo en este término por ser el punto más céntrico de la Rioja Alavesa y porque podría ser la llave para el resto de los pueblos limítrofes. Supedita este proyecto a que la compañía del ferrocarril construya una estación en Cenicero. Valora su construcción en 845.750 reales.

            En Abril de 1862 el jefe de obras del ferrocarril Miranda –Tudela certifica que se establecerá una estación a las afueras de Cenicero y que ya se estaba construyendo.

            El Ayuntamiento busca medios para financiar la obra y así decide vender las encinas que se hayan en el Monte de Valduengo, propiedad común. Tras varias subastas se venden en 38.000 rs.

            En Enero de 1863 se celebra el remate del puente, no habiendo licitador alguno. Se reduce la cantidad y se establece en 762.900 r/v a finales de año, adquiriéndola D. Andrés Senderos, quien se compromete a realizar la obra en un año.

            La obra del puente lleva consigo otros dos proyectos importantes: el enlace entre el núcleo urbano de Elciego y el puente, y el enlace entre éste y la estación de ferrocarril de Cenicero. Es el Ayuntamiento local el que toma la iniciativa y empuja para sacar adelante los dos proyectos anexos . Así se compromete a la realización del camino alavés a medias con la Diputación de Alava y a la realización del trazado en el municipio de Cenicero a medias con la Diputación de Logroño  Es obvio que la Diputación logroñesa no muestra interés en el proyecto y así a la hora de compra y expropiación de terrenos se muestra menos interesada por lo que tiene que ser el Ayuntamiento de Elciego el que adelante pagos e impulse la realización del acuerdo.

            Tras varios retrasos originados por los fríos, agotamiento de dineros y cumplimiento de otros planes que se adosaron a esta obra (fuente, abrevadero y lavadero), el 8 de julio de 1867, con presencia del Teniente Diputado General D. Vicente Payueta, se inaugura el puente.

            La utilización de este nuevo paso lleva consigo un pago denominado pontazgo. Y para ello se construye una pequeña vivienda en el extremo del puente donde residirá la persona encargada de cobrar este impuesto y allí estará colocada la cadena que impediría el libre paso.

 

            Derrumbe del puente (1871)

 

            El 12 de enero se producen grandes riadas y el puente es arrastrado por las aguas hacia las siete de la mañana. Urge la construcción de un nuevo barco tanto para el servicio de personas como para la extracción de vinos y se acuerda contactar con los constructores Barcos de Bilbao.

 

            Reconstrucción del puente (1871 – 1873)

 

            El Ayuntamiento recurre inmediatamente ante la Diputación indicando la necesidad de reconstruir el puente tanto por sus ideas iniciales, como por la situación económica negativa en que se ha quedado la administración local al haber realizado enormes gastos en la construcción.

            Nuevamente el Arquitecto de Provincia, D. Pantaleón Iradier se presenta e informa favorablemente sobre la reconstrucción. Pone el proyecto en manos de D. Ricardo Bellsolá, famoso ingeniero vinculado con Elciego ( Bodegas Marqués de Riscal, Fuente, Abrevadero, Lavadero,…..)

            Se ve necesario elevarlo metro y medio más que el anterior y alguna pequeña variación para el mejor desahogo de las aguas. Se debate profusamente sobre la conveniencia o no de utilizar las piedras del anterior, y se desestima esa posibilidad (en la actualidad, cuando el río baja poco crecido, pueden verse en el fondo losas y piedras labradas de la primera construcción), aunque sí se aprovechan los estribos y alguna parte del material. Se licita en 554.073 r/v. Tras unas primeras subastas desiertas, D. José Arístegui, de Bilbao, oferta unas condiciones que acatan Diputación y Ayuntamiento de Elciego.

            En septiembre de 1871 la obra está en plena actividad. Trabajan en promedio unos setenta y tantos peones, veintitantos canteros, una docena de carpinteros, tres capataces y dos principales.      

            A lo largo de la obra van siendo necesario pequeños retoques como la traída de cal de lugares más lejanos, variación en la fabricación de morteros, dificultades de asentamiento de las pilas,etc…

            La construcción va rápida y sin mayores problemas; pero una nueva crecida de aguas a primeros de marzo inutiliza el barco que se viene utilizando provisionalmente para el paso; por lo que la Corporación local solicita se abrevie lo más posible el final de la obra, e incluso accede, con el consentimiento de la compañía Egaña, la encargada de la construcción, el paso de carros y caballerías antes de entregar la obra. El Ministerio de la Guerra también interviene en la pronta ejecución de esta obra, por los intereses que tiene para movimientos de tropas (estamos ya en plena guerra carlista).

            El 27 de junio de 1873 se firma la entrega de la obra, en la que se especifican las dos variaciones que se han introducido en el pliego de condiciones: 1.-Que las pilas, hasta salir fuera de agua se han construido con mampostería hidráulica en lugar de común y 2.- que los morteros construidos primitivamente no estaban confeccionados completamente a los señalados en las condiciones. Estas modificaciones no supusieron inconvenientes, no así los incrementos de 11.365 r/v  relativos a incrementos de materiales en pilares, necesidad de profundizar más de lo señalado en el plano, diferencia en el precio del hormigón, daños de la avenida de marzo, daños causados por el uso del puente sin estar terminado etc..

 

            Destrucción del puente (1873)

 

 

            Antes de terminar la obra, se persona en el Ayuntamiento de Elciego el Jefe de los voluntarios de Cenicero alegando autorización del Gobernador Civil de Logroño para que se deje paso libre por el puente y en caso contrario destruirlo. El alcalde de Elciego transmite al Gobernador de Logroño y a la Diputación de Alava la inquietud suscitada por la posible voladura del puente ya que tantos esfuerzos económicos han costado a las arcas municipales. Propone así mismo colocar una puerta en el puente por cuenta de la villa de Elciego forrada con sus arpilleras y fortines laterales, zanjas y parapetos.

Grabado del puente

Grabado del puente

   

 

            Debido “a las actuales circunstancias que está atravesando el país y los muchos gastos que con la sublevación carlista en las provincias vascongadas” Diputación suspende la obra de acceso al puente y el Ayuntamiento acata “ hasta tanto que las cosas tomen otro rumbo o se determine el llevar a debido efecto la mencionada obra, pues con la revolución son muy escasos los trabajos que pasan por dicho camino y no creen un perjuicio para los intereses de este vecindario la indicada suspensión”.

            La guerra carlista sigue su curso y el paso del Ebro es un punto estratégico importante. Los de Cenicero se dirigen a los de Elciego solicitando se colocase una guardia en el puente, y así se hizo. Más tarde en la parte castellana se hizo un gran foso en el extremo del puente, detrás de la puerta forrada de hierro y fortines laterales cortando el paso; incluso hasta se pensó en la colocación de un puente levadizo para solventar el paso por este foso, pero no llegó a realizarse.

            El 1 de diciembre las fuerzas del Ejército de los voluntarios de Cenicero vuelan con pólvora el primer arco del puente por la orilla de Castilla. Con el debilitamiento de la estructura, en abril de 1874, se hunde el segundo arco.

           

            Nueva reconstrucción

 

            El Ministerio de Guerra comunica al de Fomento la necesidad de restaurar este paso, no tiene inconveniente en adelantar los trabajos y los gastos, pero posteriormente tendrá que ser Diputación quien devuelva los dineros gastados. Diputación argumenta en un extenso escrito fechado el 29 de octubre de 1974 las dificultades económicas por las que atraviesa y que la responsabilidad del hundimiento es del Ejército. Finalmente el Gobierno de la República es quien resuelve rehabilitarlo.

            Hacia mayo de 1875 se trabaja a buen ritmo en la reconstrucción del puente, que queda totalmente finalizado a finales del mes siguiente.

            Los caminos de acceso han quedado bastante deteriorados por el paso de convoyes y de tropas, con lo que el Ayuntamiento ha tenido que desembolsar nuevamente dineros añadidos para su puesta a punto. En la recomposición del camino es fundamental el trabajo de veredas que todo vecino tiene obligación de cumplir. Todos estos desembolsos no previstos inicialmente originan un conflicto con la Diputación alavesa para el cobro de aranceles. La entidad foral reclama el dinero que anticipó para su construcción y el Ayuntamiento responde que con motivo de la guerra ha tenido que realizar importantes desembolsos y atender primerísimas necesidades; por lo que se pactan en mayo de 1878 nuevas bases.

           pontazgo011 Al año siguiente se declara obra Provincial, por lo que es necesario entregarlo a la provincia completo y totalmente reparado. Así, tras un informe del Arquitecto de Provincia, D. Pantaleón Iradier, es necesario reparar manchas de humedad provenientes del camino, reparar la caseta de recaudación del portazgo (que se hallaba en mal estado e inhabitable por haberse destruido en la guerra) y reparar el camino hasta el pueblo.

           

                        Jesús Fernández Ibáñez

RICARDO BELLSOLA BAYO

D. RICARDO BELLSOLA BAYO

 

 

 

Ricardo Bellsolá

 

                                                                                                                                                        

            Cuando uno va revisando escritos locales de la segunda mitad del siglo XIX se encuentra con este personaje, al que nuestros antepasados describían como persona que “se interesa mucho  por este vecindario”, “ ha regalado proyectos al municipio”, “persona tan modesta y desinteresada, siempre dispuesta a trabajar en favor de los intereses de este vecindario”,….  que despierta el interés por indagar en la biografía de este ingeniero

            Nace en Murcia el 27 de diciembre de 1836, hijo de un militar, capitán de caballería, que contrajo matrimonio el 26 de Mayo de 1832 en la iglesia de Santa María de Palacio de Logroño con Francisca Bayo Vitoriano, nacida y vecina de Elciego el 9 de marzo de 1804. Su vinculación materna con nuestro pueblo lo va a tener presente a lo largo de su vida profesional.

            Estudia Ingeniero de Caminos en Madrid con un brillante expediente académico y con no pocos inconvenientes, como su delicada salud ( en dos ocasiones debe solicitar licencia  de dos o tres meses para recuperarse ) y las penurias económicas de su madre, viuda desde que él tenía dos años. Doña Francisca Bayo era persona de compañía de Doña Marceliana Hurtado de Amézaga, quien en su testamento deja “10.000 reales vellón para que le sirvan de ayuda a concluir la carrera que está cursando de ingeniero su hijo único D. Ricardo Bellsolá”. Doña Marceliana es la primera de los Hurtado de Amézaga que enraiza , vive y muere en Elciego (1858), dejando en su testamento todas sus posesiones a su hermano D. Guillermo, Marqués de Riscal de Alegre, residente en Bourdeos, quien años más tarde, continuando con las herencias de su hermana, acabará construyendo una bodega y elaborando vinos al estilo francés en Elciego.

            Tras acabar sus estudios es destinado en prácticas a Palencia (1861). Al año siguiente es destinado a Logroño, donde se le asciende a Ingeniero de Primera con un sueldo anual de 12.000 reales. Aquí contrae matrimonio con Dª Jacinta Gurrea Arrieta, en la Iglesia Colegial de Santa María de la Redonda el 4 de noviembre de 1863. Permanece hasta 1867 en la capital riojana ejerciendo interinamente la jefatura de la provincia. En Junio de 1867 se le destina a Málaga; pero a los dos meses solicita expectativa de destino, para poder volver a Logroño “ a fin de arreglar asuntos de familia en unión de su anciana madre”. Al poco tiempo vuelve al servicio activo en la capital riojana; pero vuelve a solicitar expectativa de destino por “ tener que arreglar asuntos de familia que exigen más tiempo”. En 1872 ingresa en el servicio activo con destino en Logroño permaneciendo hasta 1880 como Ingeniero Jefe. De aquí pasa a los servicios de la Corporación de Ferrocarriles Madrid- Zaragoza, falleciendo el 17 de septiembre de 1882 en la capital española a los 45 años de edad.

            Este ilustre ingeniero, discípulo de Sagasta y jefe de D. Amós Salvador, famosos ingenieros que enaltecieron la memoria de Bellsolá en conferencias y libros, tiene un papel relevante en la ingeniería civil ya que fue pionero en la utilización del hormigón y cemento armado, hacia 1866, en dos puentes con luces de 10 metros sobre los ríos Lavalé e Iregua en la carretera de Logroño a Soria. Así consta esta importante referencia en la obra “Las construcciones de hormigón y de cemento armado” del italiano José Vacchelli (Roma, 1899)

            Durante su corta vida profesional tuvo un papel importante en el desarrollo de las comunicaciones terrestres de la Rioja ( carreteras, caminos, puentes, viaductos, acueductos,…) , molinos para energía eléctrica, proyectos de  traída de aguas para Haro, Briones, Hervías,…El Ayuntamiento de Haro, en su proyecto de abastecimiento de aguas potables ( 1880) acuerda encomendar la dirección de las obras al Sr. Bellsolá “persona que a su reconocida competencia e idoneidad, inspira a la Corporación la más plena confianza”. Proyectó la traída de aguas del Gorbea en Vitoria, construyó uno de los primeros ferrocarriles mineros en Vizcaya y en sus últimos años de actividad profesional trabajó notablemente en el desarrollo del ferrocarril en el trayecto Madrid-Zaragoza-Alicante.

 

En nuestro pueblo ha dejado buena y bonita huella de su buen hacer profesional.

 

 

–     En 1864 (¿) construye una bodega para D. Guillermo Hurtado de Amézaga, Marqués del Riscal de Alegre, amigo personal de Bellsolá y al que le dará poder para “ el movimiento de fondos que exigía la administración de Elciego” . Posteriormente se hacen ampliaciones en la primitiva bodega.

                       

         En 1866 proyecta una fuente, abrevadero y lavadero con un presupuesto de 22.563’22 reales. Proyecto que regaló y que el Ayuntamiento acordó “que se le obsequiara con un regalo equivalente al valor del plano, dándole al mismo tiempo las expresivas gracias mostrándole la mayor gratitud de todo el vecindario”, pero que en actas de 1872 reconoce un edil que “es doloroso que no se haya hecho” achacándolo a “un descuido involuntario” y que no cree que “ningún vecino sienta animosidad contra D. Ricardo”.

 

         En 1868 participa en la modernización y elaboración de la carretera de Laguardia a Cenicero

 

         En 1871 se le nombra por parte del Ayuntamiento arquitecto para la reconstrucción del puente del Ebro, quien aprovechando los pilares y el material que dejó la riada que llevó el anterior, rebajó notablemente el coste de la reedificación del mismo.

 

         En 1872 participa activamente como consejero y consultor en el trazado desde el puente del Ebro a la estación de ferrocarril de Cenicero, tramo financiado inicialmente por el Ayuntamiento de Elciego.

 

Sirvan estas líneas para honrar la memoria de este ilustre ingeniero vinculado con la historia de nuestro pueblo y al que todos sus contemporáneos le brindan respeto y agradecimiento. La evolución histórica y la modernidad van variando las huellas que durante este siglo largo hemos disfrutado : fuente y abrevadero, carretera de Cenicero y puente del Ebro. En el caso de las bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal, dos colosos e innovadores de materiales en la construcción en sus respectivos tiempos ( Bellsolá- hormigón y Ghery-titanio) se dan un abrazo histórico en esta bodega centenaria.                                       

 

 

                       Jesús Fernández Ibáñez

 ————————————-

 

  

                                                                                         

Carte de 1871

Carte de 1871

               

 DOS CARTAS DE RICARDO BELLSOLÁ DESDE PORTUGALETE

 En alguna ocasión hemos comentado la participación de Ricardo Bellsolá en la construcción de ferrocarriles mineros en la margen izquierda del Nervión. El hallazgo de estas dos cartas remitidas desde Portugalete en mayo y junio de 1871 nos confirman la presencia del ingeniero en la zona minera. No sabemos con certeza si fue la construcción de alguna línea férrea para el transporte del mineral o alguna obra civil relacionada con este tema. Ponemos a continuación las dos cartas halladas y las transcribimos porque nos dan buenos detalles de la personalidad de Bellsolá, de su generosidad con el pueblo de Elciego y también por el dato de que podría estar relacionado el primer hundimiento del puente no sólo por la crecida del Ebro, sino también porque se arruinaron los contratistas y excasearan en los materiales.

 

Portugalete  13 de Mayo de 1871               

Sr. D. León Ibáñez:

            Mi estimado amigo: he recibido su carta en que me participa la aprobación del proyecto de puente.

            La cuenta se la entregará a Vd. Don Canuto, arreglada en un todo al formulario o tarifa legal de honorarios de los Arquitectos. Esta tarifa previene sean dobles los derechos de planos para las corporaciones que para los particulares; pero yo no considero, para el pago, a Vds. Como corporación y lo pongo por consiguiente al mitad de lo que la tarifa autoriza. También suprimo los gastos de viaje y hospedaje que la misma previene y que no hice por tener en ésa una casa de parientes;  pero que puede ponerlos aunque nunca serían muy grandes.

            Hasta fin de mes no me moveré de aquí y entonces iré por dos o tres días a casa

            Deseo que el asunto marche viento en popa y que tengan pronto en curso de ejecución su obra

            Suyo aftmo. Amigo

            Ricardo Bellsolá

                                                                        

 Portugalete 20 de Junio

 Sr. D. León Ibáñez

            Mi estimado amigo: adjunto la instancia que me remitió, informado con arreglo a sus deseos y a lo justo. Yo creo que me indicaba en la memoria lo que digo en el informe, y particularmente diré a Vd que ha sido una ligereza quitar esas partidas del presupuesto sin saber cuál era su objeto, aunque es bien evidente y en último caso pudo consultarse conmigo antes de hacerlo. Ya advertí a Vd, cuando le entregué el proyecto, que tuviesen cuidado al anunciar la subasta, no fuese cosa que dejara sin armonizar todos los documentos, y que recurriesen a mí en caso de duda. Siento el entorpecimiento ocasionado por una distracción de VV. Me temo que ni con el 6% haya licitador, si los pagos se hacen trimestralmente y quedan en pie algunas de las condiciones que extraoficialmente he sabido aquí que pusieron VV. Los pagos a largo plazo, la mala época de la subasta y el poco tiempo que se fije en condiciones, suelen ser motivo de que no haya licitadores, muchas veces a pesar de tener las obras buenos precios. Además hay en ese puente el temor natural nacido de que los anteriores contratistas se arruinaron y a pesar de eso no pudieron construir sólidamente la obra.

            Mucho pulso e inteligencia en lo que se hace, pues acaso VV mismos sean la causa inocente de no encontrar licitadores.

            Aprovecho esta ocasión de recordarle a Vd que por fin de mes me es sumamente necesario el dinero de mi cuenta, pues tengo que hacer los pagos mensuales de la carretera de Navarrete y andamos muy mal de fondos, efecto de que la Diputación de Logroño no ha podido aún darnos nada de 21 mil duros que debe a la compañía que construye dicho camino. Espero que se tomen por mí el mismo interés que yo me tomo por todo lo que a ese pueblo concierne.

            Suyo Afmo. Amigo

            Ricardo Bellsolá

             A  fin de mes iré a Logroño o a principios del próximo. A la vuelta, al final de su carta, veo que me pide la cuenta de este informe. No quiero nada ni lo merece; lo que siento es que antes no se informasen de mí y se hubiera evitado la falta de licitador. Convendría que yo viese las condiciones que VV han puesto, pues acaso en ellas está la falta principal. Esto es una oficiosidad mía, que espero aprecie en lo que vale, pues sólo deseo odiar inconvenientes. Si no puede mandarlas me es imposible a mí el ir, y excusa enseñármelas si es que ya no pueden modificarse, caso de que crea alguna cláusula poco conveniente. Para estas condiciones se necesita práctica y conocimiento de lo que son las obras.