1693.- El Vínculo que fundó el Dr. Manuel Francisco Navarrete Ladrón de Guevara

Manuel Francisco Navarrete Ladrón de Guevarak sortu zuen Vínculo bere hiribilduarekiko xehetasunez betetako dokumentua da. Ondasunen kudeaketan duen gaitasuna eta bere nortasunaren ezaugarri asko ere islatzen ditu. Dokumentu aberatsa da, eta eskerrak eman nahi dizkiogu Palentziako Artxibo Historikoari, ikertzaileei emandako eskuzabaltasunagatik eta tratu adeitsuagatik.

Archivo Histórico Provincial de Palencia

Tras casi ocho años como Canónigo Magistral de la Catedral de San Antolín de Palencia, una de las sedes eclesiásticas más importantes durante varios siglos, el Rey Carlos II nombra al Dr. Navarrete Abad de la Colegiata de la Anunciación de Santander en 1693. La Colegiata era una especie de Catedral de una población importante, con Cabildo propio, pero que no estaba constituida como Diócesis y por tanto no tenía ni territorio ni obispo propio. Era el caso de Santander.

Este encargo, a sus 39 años, supuso en Navarrete un reconocimiento a su trabajo en Palencia y a su valía personal e intelectual. También constituyó una especie de punto de inflexión en su vida, ya que sin conocer el futuro que le esperaba con su ascenso a obispo, elaboró dos documentos importantes: la fundación de un Vínculo y un Testamento.

El Vínculo formado con sus propiedades de Elciego lo redactó y registró en Palencia el 14 de agosto de 1693 ante el escribano Francisco Montero. Para nosotros este documento tiene un valor muy importante y por ese motivo hemos querido elaborar un artículo sobre él en el blog. Es un documento extenso, de 24 páginas y con otros veinticuatro párrafos numerados en los que se recogen los bienes raíces que tenía en Elciego, sus voluntades, sus valores y también sus agradecimientos. Todo muy detallado y muy atado, como buen gestor que era.

Funda este Vínculo porque considera que con las rentas de la Abadía tiene suficiente “congrua” para su sustento y su rango; sin desmerecer el cariño que le profesa a su hermano Gaspar “vecino Regidor Perpetuo de dicha Villa del Ciego y a los muchos beneficios que de él he recibido dignos de toda gratificación de mí propia libre y espontanea voluntad “. Este notable incremento en la economía de Gaspar, junto con otros aspectos sociales y de prestigio, le llevaron a plasmarlo en la nueva construcción de la casa familiar de los Navarrete, que es la actual llamada “Casa de los Hierros” en el inicio de la Calle del Norte.

Antes de nombrar los bienes materiales que quiere vincular, pone como cabeza del Vínculo “la Beca del colegio de Santa Cruz de la ciudad de Valladolid que obtuve en él, la cual tengo en mi poder para que perpetuamente haya memoria y reconocimiento de prenda tan estimable como en mí lo ha sido y será por toda la vida y lo debe ser a mis sucesores en este vínculo”. El título de la Beca no tiene valor económico en sí, pero refleja un gran valor pedagógico para los sucesores. Gracias a esa beca él ha llegado a ocupar esas responsabilidades tan importantes y se ha relacionado con personas que eran de la élite de toda la zona castellana y del norte peninsular. Es una gran lección de vida.

Coloca en un segundo lugar las reliquias que tiene consigo. A lo largo de su vida dará mucha importancia a las reliquias, tanto en la gobernanza de sus diócesis como en las donaciones que posteriormente hizo a la Parroquia de su Villa natal.

Como bienes materiales o raíces detalla 123 obradas de viña repartidas en 16 viñedos, 49 fanegas de tierra de pan labrar distribuidas en 20 piezas y 39 pies de olivos en diferentes viñedos. Todo fruto de la herencia paterna y materna y de otros tíos y parientes. Los detalles de las parcelas nos proporcionan los toponímicos de las mismas; que como veremos, son los mismos que después de tres siglos seguimos utilizando: San Pelayo, Campo del Olivillo, Rioseco, Berdecillo, La Rad, Pelillo Malo, Balduengo, El Cuento, Romaneda, Carraelciego, Carralaguardia, Manizuria, La Salobre, Encima de las Huertas, Reoyos, Cobatilla, Llecapajares, Carralogroño, Valles, Lacerado, Berasquillo, San Vicente, Las Llecas, El Juncal, Entrepeñas, Los Sequeros, Los Barrancos, Garcimoracho y Las Rozas.

A estas tierras clásicas de la agricultura de nuestra zona vincula los 200 ducados que importó la reciente venta de una casa “que yo tenía en la Calle Real que va al Rollo” y una cueva en el Barrio de Barrihuelo con tres cubas de vino. Sobre esta cueva, que era sólo eso, un calao excavado para conservar el vino, encarga al sucesor del Vínculo que al año del fallecimiento de Navarrete, se edifique “un lagar de 50 cargas de cabida y rodear el sitio de paredes y cubrirlo de tejado como están otras linderas”.

Como primer llamado al disfrute del Vínculo pone a su hermano Gaspar, con el que a lo largo de toda su vida va a tener una relación muy personal. Es su otro yo en Elciego al que le otorga plenos poderes para regir cualquier responsabilidad o propiedad de Manuel Francisco en su Villa natal. Le sucederán los hijos varones de Gaspar y en caso de no haberlos, sus hijas. En esa línea sucesoria de varones e hijos de varones deben cumplir la condición de ser legítimos de legítimos matrimonios, excluyendo los naturales, expósitos y “legitimados por beneficio del Príncipe”. Otra condición que pone es que no fueran clérigos ni religiosos. Dentro de la línea de los Navarrete, da preferencia a sus sobrinos Gaspar y Lorenza, continuando la línea sucesoria a través de ellos. En tercer lugar llama a la sucesión al Monasterio de Recoletas Brígidas que hay intención de fundar en Elciego y en caso de que no se fundara, al Colegio de la Compañía de Jesús de Logroño.

La fundación de un Convento o Monasterio de Religiosas Brígidas en Elciego es una idea que se va a mantener desde estos años hasta un siglo más tarde. En ocasiones vinculado a la ermita de la Virgen de la Plaza, como fue la idea de Vicente Ruiz de Ubago Busto en su testamento de 1783. Navarrete dejó en este Vínculo un censo de 500 Ducados para que posteriormente pasara al hipotético Monasterio, con el cumplimiento de 85 misas rezadas y detalladas en los días a celebrar. En caso de que no se instaurara el Monasterio pasaría el censo al Cabildo Eclesiástico de la Parroquia de San Andrés. Si éste no quisiera aceptar el censo con sus cargas, pasaría al Colegio de la Compañía de Jesús de Logroño; y si éste no lo rechazara, ordena que se entregue a uno de los Conventos de Logroño.

La primera condición que pone al sucesor en el Vínculo es la de “alumbrar de día y de noche la lámpara de Nuestra Señora de la Plaza de dicha Villa todas las fiestas de Nuestra Señora y día de San Joseph y todos los días de Apóstol que sean de guardar”. Quiere mantener una tradición de la familia Navarrete, cuya casa siempre ha estado al lado de la ermita, de encargarse del mantenimiento de la lámpara de la Virgen de la Plaza.

En un segundo orden, lo cual da a entender la importancia de este mandato, es el de “repartir una fanega de pan cocido a los pobres todos los días de Nuestra Señora de la Concepción, Pascua de Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo y día de año Nuevo”. Pan que lo repartiría el cura antes o después de la Misa Mayor en la puerta de la ermita de Nuestra Señora de la Plaza.

Los Sucesores en el Vínculo tenían una extensa carga de misas por Manuel Francisco, sus padres y su gente, muy detalladas en fechas y protocolo tanto en la Iglesia Parroquial como en las ermitas de la Virgen y de la Plaza y de San Roque; y si se reconstruyera, también en la de Santa Cruz.

Otro punto en el que se refleja la rectitud de Navarrete en el cumplimiento de las obligaciones y el de estar ajeno a los privilegios, es el referente al de los pagos de los diezmos y primicias. Quiere que se cumpla “como los otros vecinos”. Y en caso de que algún heredero se acogiera a alguna exención o privilegio, ordena que se le excluya del Vínculo y que pase al siguiente si lo hubiera. En caso que no hubiera, que fuera el Cabildo y Beneficiados de la Iglesia de San Andrés los que “gocen y distribuyan el usufructo de los bienes vinculados”

Muchos otros son los detalles de la rectitud y del control del Doctor Navarrete sobre sus bienes y los posibles problemas sucesorios. El documento es extenso y está lleno de matices interesantes.

Para terminar esta aportación nos vamos a referir al de su Biblioteca. A lo largo de su vida dio mucha importancia a los libros, fuente de aprendizaje y de divulgación de las ideas. Navarrete gozó de una nutrida biblioteca, a la que consideraba como otro bien material y que debía conservarse cuando él no existiera. En este Vínculo detalla que su librería de más de 250 cuerpos fuera a parar al Colegio de los jesuítas de Logroño, a cambio de cumplir unos rezos de misas y proporcionar Padre Predicador a su Villa en los días señalados. Todo con hospedaje proporcionado por el tenedor del Vínculo y con importe pecunario concreto. En el documento del Vínculo, como apéndice o anexo, nombra los libros de su Biblioteca clasificándolos en distintos apartados por temas: Teología Escolástica, Filosofía, Escritura, Dogmas, Moral, Historia Humanidad, Predicables y Místicos.

Como decíamos al principio, un Vínculo lleno de matices personales, pedagógicos, afectivos,…que demuestran la personalidad y la capacidad de gestión de una persona muy vinculada con su Villa.

Este documento, al igual que las fotografías del mismo, está extraído del Archivo Histórico de Palencia. Queremos dejar constancia de ello y agradecer al personal que nos atendió, por las facilidades y el trato recibido.